EE.UU.- Recientemente 300 clérigos y laicos metodistas unidos se reunieron frente a la sede regional de su denominación en Garner, NC, para protestar por una reciente votación que prohíbe a las personas LGBT el matrimonio y la ordenación pastoral.
Su protesta fue una de las muchas.
En todo el país, desde Iowa a Michigan y Texas a Wisconsin, miles de metodistas unidos que apoyan los derechos LGBT se están levantando para denunciar la reciente decisión de la denominación de fortalecer la prohibición de los clérigos homosexuales y las bodas entre personas del mismo sexo.
Estos Metodistas Unidos están firmando peticiones, sacando anuncios en periódicos y, en algunos casos, reteniendo sus cuotas a la denominación.
También están tramando una salida. El jueves (4 de abril), un grupo de 30 clérigos, obispos y activistas liderados por el pastor de la mega iglesia Adam Hamilton se reunieron en Decatur, Georgia, para planear un futuro para aquellas iglesias que sienten que no pueden permanecer en una denominación que niega los derechos LGBT. El grupo se reunió la semana pasada en Dallas y ya ha planeado la reunión más larga de dos días en la Iglesia de la Resurrección de Hamilton de 22,000 miembros en Leawood, Kansas, el próximo mes.
El conflicto ya puede haber dañado financieramente a la denominación. Los recibos de las iglesias miembros, llamados prorrateos, han bajado un 15.6 por ciento en lo que va del año comparado con 2018. Los recibos de marzo, un mes después de la Conferencia General especial donde la iglesia votó para fortalecer las restricciones LGBT, cayeron un 20 por ciento en marzo de 2018. De acuerdo con los informes financieros publicados por la denominación en línea.
Iglesias como Open Table, una congregación de Raleigh, NC, con aproximadamente 30 miembros LGBT activos, buscarán orientación en Hamilton y otros líderes. También están a la espera de una decisión del máximo tribunal de la denominación sobre la constitucionalidad de la reciente votación para fortalecer las reglas contra las personas LGBT.
La sesión especial de la Conferencia General de la Iglesia Metodista Unida se reunió en febrero pasado y votó 438-384 para fortalecer el cumplimiento de las reglas de la denominación contra la ordenación pastoral y el matrimonio de miembros LGBT y también para castigar a los clérigos que violen esas reglas.
Una encuesta reciente de PRRI reveló que el 62 por ciento de los estadounidenses, y el 68 por ciento de los protestantes de línea blanca, dicen que las parejas de gays y lesbianas deberían poder casarse legalmente.
Los metodistas de los Estados Unidos han desafiado durante años las reglas que prohíben que el clero se case con parejas del mismo sexo y las ordene. En 2016, los Metodistas Unidos en Colorado, Montana, Utah y Wyoming eligieron a un obispo que es lesbiana. Esos metodistas no están dispuestos a dar marcha atrás.
