La última clínica dedicada al aborto en la ciudad de Jackson, Mississippi (EE UU) ha cerrado. A la empresa que manejaba la clínica, Women’s Health Organization, le han quitado la licencia por no cumplir con los requisitos mínimos exigidos por la ley. Dicha ley obliga al personal que realiza los abortos a estar reconocidos como ginecólogos u obstetras activos en el estado.
Missisippi se convierte así en el primer estado donde no hay ningún abortorio operativo. Al no haber médicos abortistas disponibles, ni hospitales que los acrediten como tales, la última empresa del estado está cerrada.
Una batalla ganada en la guerra contra la cultura de la muerte. Después de muchos años encontramos un Estado donde no existe esa modalidad de pena de muerte que es el aborto. Gracias, en buena medida, al papel jugado por el gobernador.
Prohíben el aborto por desmembramiento
El gobernador de Mississippi, Phil Bryant, prometió durante su campaña acabar con el aborto, y parece que lo está consiguiendo. Tras el cierre de esta clínica, ha seguido adelante con sus proyectos para acabar o limitar el aborto.
Bryant, ha aprobado la ley que prohibirá la realización de abortos por el sistema Dilatación y Evacuación (D&E). La única excepción será en el caso en que el embarazo suponga un “daño físico irreversible” para la madre, tal y como recogen en Live Action News. Leyes similares han sido bloqueadas en Kansas y Oklahoma.
Este sistema se produce entre las semanas decimotercera y vigesimocuarta del embarazo y también se le conoce como el “aborto por desmembramiento”. Este aborto es un proceso brutal, y se le llama así porque es lo que le hacen al bebé que se encuentra en el interior del vientre de su madre. Este método fue explicado por el antiguo abortista Anthony Levatino, tal y como recogimos en Actuall.
“Se prohibirá extraer un feto vivo desmembrándolo en pedazos”, señala taxativamente la ley aprobada por Bryant
Los términos de la ley son taxativos: “Se prohibirá extraer un feto vivo desmembrándolo en pedazos utilizando instrumentos como pinzas y fórceps”.
Planned Parenthood, la multinacional abortista que trafica con restos de fetos, no ha tardado en expresar sus protestas. El vicepresidente ejecutivo, Dawn Laguens, ha comentado que la ley “no se basa en la medicina”. “El gobernador Bryant acaba de firmar un ataque a la atención y a la salud de las mujeres como parte de un plan para prohibir el aborto. Planned Parenthood seguirá luchando para proteger el derecho de nuestras pacientes”, afirma.