MANAGUA, NICARAGUA.- El niño Teyler Leonardo Lorío Navarrete, de 14 meses de edad, fue asesinado la mañana de este sábado (23) de un disparo en la cabeza en una de las calles de las Américas Uno, en Managua, en un ataque perpetrado por paramilitares y policías del régimen del presidente de Nicaragua Daniel Ortega.
El hecho ocurrió a eso de las 7:30 de la mañana cuando los padres del niño circulaban por el sector entre la Ocho de Marzo y Las Américas Uno, donde se registraba un ataque con armas de fuego por parte de grupos paramilitares leales y policías de gobierno de Ortega, contra pobladores de la zona.
Una de las balas impactó en la cabeza del niño, aseguró su abuelo Jaime Lorío. “Quién iba a ser, la guardia… todos andaban por allí como siempre”, aseguró el abuelo del niño cuando fue consultado quiénes habrían disparado contra su familia.
Falsa constancia dice que fue suicidio
La constancia falsa de defunción extendida por el Hospital Alemán Nicaragüense a la familia señalaba que la causa de muerte del bebé de 14 meses pudiera tratarse de “sospecha de suicidio”. La familia reclamó al centro médico las razones de establecer esta causa de muerte y las autoridades no les dieron explicaciones.
En redes sociales, no obstante, circula la que sería la constancia original, donde se establecería como causa de muerte lo siguiente: “Otras muertes en las cuales no exista claridad sobre su causa”. Es posible que la copia entregada a la familia fuese alterada por el carboncillo a la hora de calcar la original, pero la respuesta que obtuvieron los padres del bebé asesinado al preguntar por ello, fue silencio.
La médico pediatra que firmó la constancia, doctora Tammy Tijerino, explicó el contenido de lo que ella firmó en el documento pero que ella había puesto como otro causa de muerte del niño y no lo que circula en las redes sociales.
“Aquí nosotros somos cristianos evangélicos y nosotros esperamos que el Señor haga el cambio total que saque lo malo y traiga lo bueno”, indicó Lorío, quien anunció que los restos de su nieto serán velados frente a la cancha de Villa San Jacinto.
“Aquí nosotros somos cristianos evangélicos y nosotros esperamos que el Señor haga el cambio total que saque lo malo y traiga lo bueno”, indicó Lorío.
Otros vecinos de ese barrio afirmaron que este y los sectores aledaños amanecieron aterrorizados por el fuego de las balas disparadas contra manifestantes, donde a tempranas horas aún permanecían este sábado levantadas muchas barricadas.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, se pronunció por medio de su cuenta de Twitter sobre el asesinato del bebé y dijo que “mi oración al Señor por su familia y mi cercanía amorosa en tan inmenso dolor”.
Asimismo el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó el asesinato del bebé y reiteró el llamado al cese de la violencia. “Condenamos el asesinato de dos jóvenes y un niño de 15 meses hoy en Managua, y exigimos justicia. Reiteramos nuestro llamado al cese inmediato de toda forma de violencia y represión, el pueblo nicaragüense merece una oportunidad para la paz #OEAenNicaragua”
Policía orteguista se lava las manos
La Policía justificó la muerte del pequeño Teyler Leonardo Lorío Navarrete al asegurar que esta mañana sus miembros fueron atacados por supuestos “delincuentes” que les dispararon con armas de fuego cuando acompañaban a trabajadores de la Alcaldía de Managua, que realizaban labores de limpieza para despejar las vías, “con la finalidad de restituir la libre circulación de las personas y vehículos desde el paso a desnivel de Rubenia hasta el Mercado Iván Montenegro”.
El alegato de la Policía fue que “al desplazarse por el barrio Américas número 1, sector La Curva, fueron atacados con armas de fuego por delincuentes que asedian los barrios aledaños a la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI), resultando fallecido por impacto de bala el niño Teyler Leonardo Lorío Navarrete, de un año de edad”.
El último adiós
Teyler Lorío Navarrete fue sepultado este domingo (24) al mediodía en el cementerio Milagro de Dios, de Managua. En el funeral del niño lo único que se escuchaba era: “¡Queremos justicia!”, mientras el ataúd era depositado en la tumba.
Antes de ser llevado por el carro fúnebre, los padres del niño, Nelson Lorío y Karina Navarrete, decidieron sacar el cuerpo para cargarlo y despedirlo por última vez. “Despertate. ¿No querés tu chichita?”, decía Karina Navarrete, madre del bebé, mientras lloraba.
La familia de Teyler Lorío es evangélica. Por lo tanto, antes de que su cuerpo fuera depositado, realizaron unas oraciones y alabanzas. “Esto es verdaderamente una injusticia, pero de la justicia de Dios nadie se va a escapar… Estamos en las manos de Dios, Nicaragua. Pongámonos en las oraciones de nuestro señor, porque verdaderamente él hará justicia”, dijo Nelson Bermúdez, predicador evangélico y tío de Karina Navarrete, madre del niño.
Familia cristiana quemada viva
Apenas han pasado 8 días desde que en Managua una familia cristiana evangélica fuera quemada viva dentro de su casa por la Policía Nacional y paramilitares que sirven al régimen de Ortega porque se resistieron a prestar su casa de tres pisos para ubicar francotiradores que dispararían a los manifestantes auto convocados que protestan contra el gobierno de Ortega.
Las Asambleas de Dios, la mayor denominación evangélica de Nicaragua se pronunció en contra de la muerte de esta familia que eran sus miembros: “Como cristianos evangélicos nos consterna el reciente asesinato vil de los hermanos Velásquez López, Velásquez Raudez y otros hermanos de la fe, repudiamos los actos de barbarie y asesinatos de los que han sido víctimas cada hermano Nicaragüense desde que iniciaron estos sucesos de crueldad; tenemos la certeza que la justicia de Dios alcanzará a los autores materiales e intelectuales de estos viles hechos”.
CIDH: 212 muertos en Nicaragua
La acción represiva del gobierno de Ortega contra las manifestaciones que se desarrollan desde el pasado 18 de abril en Nicaragua ha provocado la muerte de al menos 212 personas hasta el 19 de junio y ha dejado a 1,337 personas heridas, revela la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) en su informe final que presentó en una sesión extraordinaria este viernes (22) en la Organización de Estados Americanos.
La CIDH concluye que la represión ejercida por el Gobierno de Nicaragua contra las manifestaciones en el país, “ha tenido como consecuencia una grave crisis de derechos humanos”, tras el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía, grupos parapoliciales y grupos de terceros armados, lo cual se refleja en el saldo mortal y de heridos hasta el 20 de junio . Y que pese al llamado de cese a la represión no ha sido escuchada por el Gobierno en lo cual insistió.