Jesús transformó la vida de una mujer suicida y su familia en un pueblo de Asia después de que un misionero tocó a su puerta y les presentó el Evangelio.
Según el ministerio Misión de Ayuda Cristiana, Anh* estaba experimentando violencia doméstica por parte de su esposo alcohólico. Ngoc* bebía alcohol, fumaba opio y jugaba con malas compañías.
Una noche tras ser golpeada, Anh se refugió en casa de un amigo. Y cuando regresó a casa a la mañana siguiente, Nogc había quemado su ropa y su título universitario.
Anh estaba tan desesperada por el abuso de su esposo que consideró quitarse la vida para terminar con el sufrimiento. Tomó una botella de insecticida, pero los niños la vieron y trataron de detenerla, llorando. Por el bien de los niños, la madre no se suicidó ese día.
En cambio, la mujer comenzó a planear dejar a alguien responsable del cuidado de sus hijos para poder quitarse la vida. Sin embargo, antes de terminar su plan, un misionero tocó la puerta de su casa y le presentó el Evangelio.
Tocada por el Espíritu Santo, Anh aceptó a Jesús como su Salvador ese día. Ella invitó a su esposo a recibir también el Evangelio, pero él se negó. “No, nunca”, dijo.
Pero con el testimonio de la nueva vida de su esposa en Cristo, Ngoc finalmente accedió a ir a la iglesia con ella. El hombre fue recibido por toda la congregación y eventualmente se rindió a Cristo.
“La Santa Biblia es muy buena. Pero no puedo entender. ¿Puedes enseñarme la Santa Biblia?”, le dijo Ngoc a Anh esa noche en su casa.
Fue discipulado durante cuatro meses por el misionero que predicaba a la familia y poco después fue bautizado en agua. “Tu vida se renovaba día a día. La embriaguez, el juego, la furia, la mentira y el opio ya no existían. Todo se transformó”, testificó el dirigente local.
Tiempo después, tres de los amigos de Ngoc se emborracharon, pelearon y terminaron en el hospital. El nuevo converso visitó a sus antiguos compañeros y les dijo que Dios podía cambiar sus vidas, tal como lo había hecho con él. Allí mismo en la cama, los hombres aceptaron a Jesús.
“Más tarde, los miembros de la iglesia vinieron a visitarlos, cuidándolos y orando por ellos. Alabado sea el Señor, los tres nuevos cristianos estaban viviendo vidas nuevas y sus familias también recibieron a Cristo. Ahora hay un pequeño grupo en el pueblo, gracias a Dios”, celebró el líder local.
*No son sus nombres reales.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com
