Una mujer embarazada agradece a Dios, tras recuperase del Covid-19, enfermedad con la que batallo durante varios meses en la cama de un hospital. La mujer asegura que su recuperación fue posible por el poder de Dios, el cual solicitaron su intervención, a través de oraciones.
El nombre de la mujer corresponde a Jayoung Lee, de 38 años, quien logró vencer la mortal enfermedad desde la cama de un hospital en Berlín, Alemania, según Mundo Cristiano.
La mujer se contagió en los últimos días de su embarazo, y el nueve de marzo trajo al mundo a su segundo hijo, del cual fue separada para protegerlo de la enfermedad.
Lee el 18 de marzo la internaron de urgencia en una Unidad de Cuidado Intensivos, en un coma inducido y con un ventilador, porque su estado de salud empeoro, y su esposo le informaron que debía esperar lo peor.
Los pulmones de la mujer no respondieron satisfactoriamente hasta llegar a una insuficiencia respiratoria severa. Po lo tanto, los miembros de su iglesia decidieron realizar oración y ayuno durante un día para pedir por la recuperación de la mujer.
Lee salió del coma el 14 de abril, pero por su estado siguió con una ECMO hasta el 12 de mayo, cuando se lo retiraron tras estar 48 días en tratamiento por su estado crítico.
La mujer el 22 de mayo fue el día en que logro cargar por primera vez a su hijo recién nacido. Los médicos y enfermeras que la trataron los 77 días que permaneció enferma, ahora la llaman “una estrella en la unidad” y un “milagro”.
“Estoy muy agradecida con el personal médico del hospital Charité por cuidarme con sumo cuidado y amor. Les dije a los médicos que mis amigos oraron por mi recuperación y por los médicos que me trataron, y testificaron que las oraciones fueron exitosas”, afirmó la mujer, según el medio digital.
Agrego que salió de ese valle oscuro en que se encontraba, por el poder de Dios a través de su oración. Además, preciso que estaba asombrada porque muchos miembros de su iglesia oraron por ella hasta personas que no conocía, y que esta consiente que vive por las oraciones de todos ellos.
Ahora que la mujer puede respirar por si sola asegura que siente en deuda por su segunda oportunidad de vida. Y recalco que su vida ya no es de ella porque le le pertenece a Cristo.
“Pude reflexionar profundamente sobre el sufrimiento de Jesús cuando fue crucificado y colgado en la cruz por nuestros pecados. Entonces, aunque estaba en un inmenso dolor, me encontré aún más agradecida con Cristo por lo que él hizo por mí”, reflexionó Lee.