Una mujer de la ciudad de Río Grande (Brasil), evangelizó en su casa a su esposo, Alan y sus hijos Mateus e Isaque, luego que su hijo menor desarrollara el síndrome del “Terror Nocturno”.
Las noches de Mateus cada vez empeoraban, sufría de crisis y no encontraban la solución al problema, fue allí donde Cristine, la madre, decidió investigar en Internet y comenzar a estudiar la Biblia, encontrando en ella una solución a su problema.
“Estaba investigando mucho en Internet, buscando videos y prédicas, y luego verificaba la Biblia para ver si era cierto”, dice Cristiane. Su búsqueda diaria se centró en “cómo ser una buena madre cristiana”. Después comenzó a leerle la Biblia a sus dos hijos.
Para Cristine fue un buen recuerdo, que le trajo paz, por lo que decidió seguir con los estudios bíblicos cada día.
“Cuando estudiaba la Biblia por mi cuenta, investigaba mucho en Internet, buscaba videos y predicaba. Y luego verificaría la Biblia para ver si eso era cierto o no”, señala Cristiane.
Luego de un mes, su hijo Mateus fue sanado. No hubo crisis durante la noche, esto la motivó a seguir estudiando la palabra con más énfasis.
Pasó el tiempo y Cristiane ya había leído la Biblia completa tres veces e igualmente compartido sus conocimientos con la familia, la lectura de la palabra se convirtió en una rutina agradable.
Pero Alan no creía que era Jesús quien estaba haciendo cambios en su hogar y no le importaba escuchar lo que su esposa tenía que decir sobre la Biblia. Fue entonces cuando Cristiane comenzó a orar por su cónyuge.
Ella quería que él también sintiera la necesidad de aprender más acerca de Cristo. Alan llegó a ver la Biblia como una “brújula”. Él empezó a abrir el Sagrado Libro todos los días.
Durante meses, cada vez que Alan abría la Biblia, aparecía el libro de Job. Esta “coincidencia” generó curiosidad y finalmente decidió leer la historia completa. Después de terminar el libro de Job, el abogado no se contentó con detenerse allí y comenzó a estudiar otros libros bíblicos en detalle.
Finalmente Cristiane, sintió la necesidad de encontrar una iglesia cristiana para que su familia se congregara.
La familia Xavier participó en los programas de la iglesia y luego los cuatro fueron bautizados. Actualmente, la familia permanece unida e involucrada en varias áreas de la iglesia.