Dos mujeres secuestradas en Nigeria en 2014 por Boko Haram se graduaron y estudiarán una maestría en la Southeastern University, afiliada a las Asambleas de Dios, Florida (EE. UU.).
Lydia Pogu y Joy Bishara lograron huir junto a otros 55 estudiantes secuestrados, 45 minutos después del secuestro.
Las mujeres saltaron por la parte de atrás del camión mientras el vehículo estaba en movimiento.
El día de hoy las mujeres viven en Estados Unidos y recibieron un beca de la Universidad Southeastern en donde se graduaron en abril de este año.
Lydia Pogu y Joy Bishara eran amigas antes del secuestro y les tocó superar juntas este suceso amargo.
Joy le dijo a AG News que estaba orando para encontrar una forma de escapar de los captores.
Asimismo, dijo que no sabía si viviría cuando decidió saltar, pero lo hizo porque preferiría que su mamá la encontrara muerta y así ahorrarle años de angustia por su desaparición.
Las chicas pudieron sobrevivir al salto, pero vivieron momentos angustiosos en medio de la noche donde estaban a merced de serpientes y de animales salvajes.
Una aldea cristiana fue la luz en el horizonte para los cristianos secuestrados. Joy asegura que lograron encontrarse con los estudiantes que lograron escapar en este punto.
En el encuentro había motociclistas que llevaron a las víctimas con sus familiares.
100 estudiantes secuestrados posteriormente fueron liberados mediante negociaciones del gobierno, pero 112 de ellos, en su mayoría cristianos, fueron vendidos como esclavos sexuales u obligados a casarse con terroristas.
A través de la campaña Jubilee, organización que trabaja por la libertad religiosa, Lydia y Joy, pudieron viajar a Estados Unidos para comenzar de nuevo.
Joy y Lydia se han convertido en luchadoras contra los persecutores. Han hablado en organizaciones como Human Rights Watch y también asistieron al Consejo de Seguridad de la ONU.
Las mujeres brindan su testimonio sobre el secuestro en instancias internacionales.
Las mujeres aseguran que el secuestro les dejó miedos. Esta es la razón por la que Lydia vive en Estados Unidos, pese a que su familia vive en Nigeria.
Joy tiene una licenciatura en Trabajo social y asegura que su paso por Estados Unidos aumentó su fe y asegura que su norte es ayudar a otros.
Mientras tanto, Lydia, también aseguró que aumentó su fe en Dios. Ahora quiere hacer un maestría en Servicios Humanos y quiere ser abogada para defender a los oprimidos.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com