EUROPA.- Rita Chaima nació en una familia musulmana religiosa. Ellos inmigraron a Europa, pero su deseo siempre se unió a los jihadistas del Estado Islámico en Siria. Con el corazón lleno de odio por los “infieles” que no seguían a Mahoma, ella tenía todo para convertirse en una terrorista musulmana. Veía los videos de las muertes y decapitaciones y se complacía en ver aquello.
Ella sólo tenía 18 años, pero era influenciada por personas mayores que tenían ideales extremistas.
Todo cambió cuando su madre una persona de la calle les dio unos libros. Cuando los trajo a casa, Chaima se quedó curiosa y empezó a leer. Irritada al darse cuenta de que se trataba de material cristiano, decidió entonces “combatir” esas enseñanzas. Sólo que para hacer eso ella necesitaba conocer lo que sus “enemigos” predicaban.
“Comencé a leer la Biblia para probar a los cristianos que estaban equivocados”, dice. “¡Pero yo estaba equivocada! Y la gracia de Jesucristo comenzó a tocarme. Comencé a leer cosas como orar por los enemigos y amarlos. Pero era alguien que quería matarlos”, recuerda.
“Intelectualmente, no quería aceptar a Jesús, pero Jesús comenzó a hacer un trabajo en mi corazón”, testificó.
La joven llegó a un punto en que ya no pudo resistir el amor de Jesús y decidió entregar su vida a él.
En la adolescencia, Chaima siendo musulmana intentó matarse tres veces. “Yo estaba usando drogas, fumando … Sólo quería destruirme”, revela. Sin embargo, el descubrimiento de un sentido para su vida no tuvo el resultado esperado. Cuando ella le dijo a su familia que ahora era una cristiana, la rechazaron. Durante meses ella se quedó sola en su habitación porque nadie en su casa quería hablar más con ella.
Fue entonces que ella pasó a leer mucho la Biblia. “Jesús estaba allí conmigo. Él me estaba alentando. El Espíritu Santo estaba realmente allí. Lo siento, lo sabía “, conmemora. Cuando llegó la hora en que Chaima iba a ser bautizada, sucedió algo sobrenatural. “Yo no recuerdo lo que hice. He deseado ver el vídeo de mi bautismo. Yo estaba completamente loca, el demonio estaba dentro de mí, no era yo. Tire al pastor Jon. Él me bautizó y lo pateé.
Cuando ella empezó a gritar alto, el pastor Jon ministró en su vida, diciendo al demonio que saliera hasta que finalmente fue liberada. Inmediatamente fue bautizada en el Espíritu Santo. “Después del bautismo en las aguas, sentí que el peso había desaparecido por completo y estaba entusiasmada para ir y hacer discípulos”, enfatiza. “Empecé a querer hablar de Jesús a todos, incluso para las personas que me llevaron al terrorismo. Yo quería ir a verlos, decirles que están equivocados y que el amor de Jesús está esperando por ellos”.
Actualmente ella está viajando con el misionero Peter Ahlman y otros cristianos, compartiendo su testimonio dondequiera que va. Para llegar a más personas, grabó un video, que es parte del documental “En sus peleas” el ministerio “La Última Reforma”.
