COREA DEL NORTE.- El régimen norcoreano sigue persiguiendo a cualquier persona que ejerza su fe (cristiana o cualquier otra) dentro de sus fronteras, según un nuevo estudio del gobierno de Estados Unidos, aunque informes del país sugieren que cada vez más personas están dejando de idolatrar al dictador Kim Jong-un y optando por practicar su fe personal.
En algunos casos, la persecución del régimen puede ser tan extremo que lleva a las personas a prisión, tortura e incluso muerte, según afirmó el estudio.
El Departamento de Estado de Estados Unidos divulgó el pasado martes el informe anual sobre las libertades religiosas globales, con Corea del Norte destacándose por negar a su pueblo el “derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión”.
“El gobierno continua lidiando severamente con aquellos que se involucraron en casi todas las prácticas religiosas a través de ejecuciones, tortura, palizas y arrestos”, afirma el informe.
“Se estima que entre 80.000 y 120.000 prisioneros políticos, algunos presos por motivos religiosos, están siendo mantenidos en áreas remotas, en condiciones horribles“, añade.
Estas alegaciones fueron apoyadas por un desertor norcoreano que ahora es miembro de la Coalición Mundial de Seúl para combatir el genocidio en Corea del Norte.
“La persecución oficialmente sancionada de personas por razones religiosas todavía está allí y, yo diría, aún más fuerte que antes”, dijo el desertor al diario The Telegraph. Pero los cambios sutiles se están volviendo visibles lentamente, dijo el desertor, que pidió mantener su nombre bajo secreto, debido al hecho de que está bien activo en el apoyo a iglesias subterráneas que operan en el Norte.
“En el pasado, la gente era invitada a adorar a la familia Kim como dioses, pero muchos norcoreanos ya no respetan a Kim Jong-un”, dijo. “Eso significa que están buscando algo más para sostener su fe”. “En algunos lugares, esto llevó al surgimiento de religiones ligadas a chamanes, pero la iglesia cristiana también está creciendo y profundizando sus raíces en Corea del Norte”, dijo.
“Aunque la gente sepa que pueden ser atrapadas – o incluso enfrentarse a lo peor, como una ejecución – todavía están eligiendo adorar a Dios, y eso significa que más grietas están apareciendo en el régimen y en el sistema comunista dictatorial de Corea del Norte” , añadió.