Una organización cristiana, autodenominada Lamb & Lion Ministries, publicó un artículo en el que acusa a los integrantes del grupo musical Red Hot Chili Peppers de trabajar para Satanás.
El sitio compartió un video de 1991, justo del día en que los rockeros agradecieron a Satanás tras haber conseguido un premio Grammy. Parte del artículo dice:
La mayoría de la gente no toma a Satanás en serio. Para muchos, no es más que un personaje de dibujos animados con un traje rojo con una sonrisa en la cara, cuernos en la cabeza y una horca en la mano.
Recientes encuestas han revelado que el 60% de los estadounidenses creen que Satanás es sólo un símbolo del mal y no un ser vivo.1 Incluso el 52% de los cristianos que se identifican como “nacidos de nuevo” niegan la realidad de Satanás.
Las celebridades a menudo se burlan de Satanás y el infierno. Recuerdo que hace unos años cuando la 70a fiesta de cumpleaños de Willie Nelson fue televisada a nivel nacional. En un momento mostraron una colección de homenajes de video a la cantante de país famoso. Uno de los conocidos amigos de Willie se rió y dijo: “¡Feliz cumpleaños, Willie! ¡Tengo ganas de ir de fiesta contigo en el infierno!”.
Hay muchos otros ejemplos de canciones satánicas que se venden hoy en día por varios grupos musicales. La mayoría de estas canciones son probablemente parodias diseñadas para no hacer otra cosa que un choque. Pero algunos de los grupos profesan ser adoradores de Satanás.
En los MTV Awards de 1991, el portavoz del grupo llamado Red Hot Chili Peppers reconoció el recibo de su premio diciendo: “Primero que nada, queremos agradecer a Satanás …”.
El verdadero Satanás no tiene interés en bendecir a nadie, excepto con el propósito de atrapar sus almas, y no habrá fiesta en el Infierno. La Palabra de Dios enseña que Satanás es una persona real que sólo está interesada en la destrucción de las personas – todas las personas, incluso aquellos que dicen adorarle y adorarlo.
Satanás es un ser espiritual que fue creado por Dios antes de la creación de los cielos y la tierra (Job 38: 4-7). Él no es en absoluto igual a Dios. No es omnipresente. Él no es omnisciente.
Se nos dice específicamente que Satanás era “un querubín ungido” que era responsable de cubrir o custodiar el trono de Dios (Ezequiel 28:14). En las Escrituras, los querubines parecen ser ángeles de un orden superior a quienes Dios les asigna deberes de guardia especiales. La primera mención de ellos puede encontrarse en Génesis 3:24 donde se nos dice que después de la expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén, Dios puso querubines en el Este de Edén para impedirles tener acceso al árbol de la vida (Génesis 3:24).
¿Cuándo Satanás fue expulsado del Cielo? Sólo podemos adivinar. El libro de Job nos dice que todo el ejército angélico (que incluye a Satanás) “gritó de alegría” cuando Dios puso los cimientos de la tierra (Job 38: 4-7). Así que la caída de Satanás debe haber tenido lugar entre el momento en que la creación fue terminada y Adán y Eva fueron tentados. Al final de la semana de creación, Dios declaró que toda Su obra creativa era “muy buena” (Génesis 1:31), así que la caída de Satanás tuvo que ocurrir después de eso.
Mientras esperamos la última derrota de Satanás, debemos tratar con las tentaciones que él y sus hordas demoníacas ponen delante de nosotros. Afortunadamente, aquellos de nosotros que somos creyentes tenemos la bendición de habitar en el Espíritu Santo, y estamos seguros de que “El que está dentro de nosotros es mayor que el que está en el mundo” (1 Juan 4: 4).
