VIRGINIA, EE.UU.- A medida que las calles de Charlottesville, Virginia (EEUU) parecen estar cada vez más dominadas por la polarización, el último fin de semana, una de las personas que más sufrió con este escenario caótico está dando un verdadero ejemplo de perdón, gracia y búsqueda de la paz , teniendo como modelo el mensaje mismo de Cristo.
El padre de Heather Heyer, – que acabó siendo muerto en el conflicto entre grupos extremistas de Charlottesville -, dijo a los medios locales que él perdona al hombre acusado de haber matado a su hija.
Heyer murió atropellada por un hombre que dirigió su carro a alta velocidad contra una multitud de personas que protestaban contra grupos blancos supremacistas (neonazis) que se reunían en la ciudad.
“La gente necesita parar de odiar y necesitan perdonar, yo me incluyo en eso, al perdonar al hombre que lo hizo, no sabe que hay algo mejor, yo sólo pienso en lo que el Señor dijo en la cruz: ‘Señor perdónales, por qué no saben lo que están haciendo”, dijo Mark Heyer.
Heyer, que vive en Florida, dijo que recibió la triste noticia de la muerte de su hija, cuando su esposa, la madre de Heather, lo llamó.
“Entre muchas lágrimas, ella me llamó desde el hospital y dijo: ‘Nuestra hija murió’, me quedé aturdido, yo me enloquecí, contó al diario de la emisora ??norteamericana WESH.
Dijo que espera que la muerte de su hija incite a otros a intentar hacer la diferencia en el mundo. “Todo el mundo tiene un círculo de influencia, no importa lo pequeño que sea, atienda a las personas a su alrededor positivamente, sirva una taza de café, compre un sándwich para ellas, cuénteles una broma, déles una sonrisa, traiga alegría para su vida. Usted no tiene que hacer eso al mundo entero, comience haciéndolo a la gente con quien está cerca de usted diariamente”, dijo.
Muchos líderes cristianos esta semana pidieron una condena completa a las ideologías supremacistas blancas (neonazis) sin excepciones tras lo ocurrido en Charlottesville. También están pidiendo que la Iglesia guíe el camino en un país que necesita reconciliación y sanación.