Un niño de 9 años identificado como David K., perdió la vida luego de recibir una fuerte golpiza propinada por sus padres durante un ritual de exorcismo en el que pretendían terminar con los demonios internos que supuestamente le aquejaban.
Los padres de la víctima eran miembros activos de una secta conocida como «Discípulos de Jesucristo», con presencia en la ciudad rusa de Ekaterimburgo. Según el Diario de Avisos, fue su progenitora quien se encargó de sujetarlo, mientras otros integrantes del grupo desarrollaban el exorcismo que incluía violentos azotes.
En el ritual, el niño fue amordazado para para impedir sus gritos, episodio que con el pasar del tiempo le fue generando desgaste físico y cerebral hasta ocasionarle la muerte por asfixia.
Cuando los participantes del ritual se dieron cuenta que el niño no respiraba más, ¨oraron¨ por dos días consecutivos para que su cuerpo ¨resucitara¨. Al ver que esto no ocurría, procedieron a enterrar el cuerpo de pequeño en un bosque cercano a un lago perteneciente al distrito Yugo-Zapadny, Rusia.
Días después una familiar cercana del niño, notificó de su extraña desaparición a agentes policiales, quienes en el proceso investigativo detuvieron al padre del menor y al líder de la secta identificada como Zemfira Gainullina.
“Muchas veces fuimos perseguidos por el nombre de Jesucristo, pero nadie podía culparnos por nada, porque no había ningún crimen en nosotros”, Gainullina publicó poco antes de su arresto.
«Nadie podría prohibirnos vivir como el Señor Jesucristo nos guía», detalló.
La madre del menor fallecido huyó a Bielorrusia por lo que las autoridades ya están tramitando su extradición.
Según expertos en cultos religiosos en Rusia, esta secta en específico tenía la necesidad de superar la ¨pecaminosidad¨ en los niños.
El doctor Alexander Neveev, especialista en el tema, dijo a algunos medios de comunicación ¨En esta secta se creía que se debe vencer a los niños. La secta creía que, al castigar a un niño, no se debe prestar atención a su sufrimiento, porque en el infierno, él o ella va a sufrir más¨. Agregó que ¨Por supuesto, una persona cuya cabeza está lleva de tales tonterías simplemente no es capaz de entender que un niño no debe ser herido¨.