Con el objetivo de que los estándares sociales no limiten su acercamiento con Dios, un grupo de mujeres transgénero de Pakistán, ha fundado su propia iglesia, en donde aseguran que no hay críticas, ni señalamientos, sino que abunda la fe.
El templo recibió el nombre de ‘Primera Iglesia de Eunucos’, siendo este el término que se usa al sur de Asia para referirse a las mujeres transgénero.
Está ubicado en el patio de la casa de su fundadora y pastora, Ghazala Shafique, y aunque por el momento es bastante humilde, destacan en él las alfombras de colores brillantes y una valla situada en la entrada con el nombre de la congregación.
La pastora Shafique se pronunció al respecto sobre los cuestionamientos a la comunidad LGBTIQ, y dijo que no entiende el porqué de que quienes la integran sean considerados un deshonor.
Asegura que también son “humanos, nacidos de nuestros padres”. ‘De la forma en que Dios los creó, Dios también nos creó a nosotros'”.
Esta iglesia, aunque cuenta con gran cantidad de asistentes, no se reconoce por la comunidad cristiana del país.
Pese a las gestiones que diligenció la pastora, la respuesta recurrente es que hay “problemas teológicos” y por el momento no se admite como un templo ordinario.
Pero en esa lucha, explica, cuenta con el apoyo de la musulmana Neesha Rao, la primera abogado transgénero Pakistaní.
Rao, quien desde su propia vivencia y también desde sus creencias religiosas, aporta un granito de arena a la causa.
Recordemos que en Pakistán ya se admitió legalmente un tercer género, pero aún la sociedad no ha aceptado la medida.
Incluso hay padres que se niegan a que sus hijos, que han tomado la decisión de cambiar su género, usen su apellido.
La comunidad en general recurre a insultos y hasta cae en las agresiones en contra de estas personas.