El Papa Francisco hizo recientemente un anuncio polémico. Después haberles permitido a los sacerdotes el poder de perdonar a las mujeres que habían abortado en el 2015, estableció como límite el final del Jubileo de la Mericordia, que terminó el domingo (20).
En un documento divulgado por el Vaticano, dice que Francisco resaltó que el “aborto es un pecado grave, una vez que pone un fin a una vida inocente”. Al mismo tiempo, recordó que “no hay pecado al cual la misericordia de Dios no pueda limpiar de un corazón arrepentido”.
Siendo así les garantizó a los padres católicos o poder para perdonar abortos. Tal concesión era dada solamente a los obispos. Su “carta apostólica” dice: “De ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quien haya procurado el pecado de aborto”. El material parece ser otra una tentativa de hacer que la Iglesia Católica sea una institución más inclusiva.
Llama la atención la publicación al ser divulgada en medio de las cobranzas de que el pontífice está recibiendo de los sectores más conservadores de la Iglesia.
Cuatro cardenales divulgaron recientemente las críticas públicas contra Francisco, acusándolo de generar confusión referente a la familia, como el propio aborto.
Según O Globo, el Papa no va a responder a la petición de los cardenales de retractarse, prefiriendo decir que aquellos que están dentro de la Iglesia tienen una visión en “blanco o negro”. Por tal motivo ahora todo sacerdote tendrá el poder de perdonar abortos.