MARRUECOS. – El domingo (31 de marzo), el papa Francisco advirtió a los cristianos durante una rara visita a Marruecos sobre el “proselitismo” e instó a “no tratar de convertir a los demás” para aumentar su escaso número en el país.
En su intervención en la Catedral de Rabat en su segundo día en la capital marroquí, Francisco insiste en que tratar de convertir a la gente a su propia creencia “siempre conduce a un callejón sin salida”.
“¡Por favor, sin proselitismo!”, dijo a una audiencia de unas 400 personas, que saludaron la llegada del Papa con aplausos, mientras que otros cientos se reunieron fuera de la catedral. “La Iglesia crece no por proselitismo, sino por testimonio”.
Francisco es el primer pontífice en visitar el país del norte de África desde Juan Pablo II en 1985 mientras que la catedral fue retocada su pintura para la ocasión.
Contexto
Los cristianos son una pequeña minoría en Marruecos, donde el 99% de la población es musulmana, con los africanos subsaharianos constituyendo una gran parte de la comunidad católica del país. De 36,2 millones de personas, 31,4 mil son cristianos (dividiéndose entre católicos, anglicanos, evangélicos, ortodoxos griegos y ortodoxos rusos.
El islamismo es la religión oficial del Estado y las autoridades están ansiosas por enfatizar la “tolerancia religiosa” del país, que permite a los cristianos y los judíos adorar libremente.
Sin embargo, esa “tolerancia” es fácilmente desenmascarada ante la información de que los marroquíes son automáticamente considerados musulmanes si no nacen en la comunidad judía. La apostasía es desaprobada socialmente y el evangelismo es criminalizado.
“Yo protejo a los judíos marroquíes, así como a los cristianos de otros países, que viven en Marruecos”, dijo el rey Mohammed VI a las multitudes el sábado, tras la llegada del pontífice.
Pero lo que ocurre en la realidad es que los cristianos ex musulmanes son víctimas frecuentes del fuerte prejuicio social, simplemente por haber entregado sus vidas a Jesús. Los abusos físicos e incluso sexuales en las manos de parientes distantes ocurren rutinariamente.
Actualmente, Marruecos ocupa la posición 35 en la lista mundial de persecución de la Misión Puertas Abiertas. Al parecer, el problema de Marruecos no sería precisamente el “proselitismo cristiano”.