Un pastor que dirige una iglesia en el estado de Lousianna, Estados Unidos, volvió a desafiar la cuarenta, luego de ser puesto en libertad tras verse involucrado en un incidente vinculado al irrespeto del distanciamiento social.
El pastor Tony Spell, celebró este fin de semana, según Premier Christian News, un servicio rleigioso presencial desafiado una vez más el mandato de su estado de quedarse en casa.
Durante la ceremonia dominical, matutina, el pastor Spell exhibió con orgullo su etiqueta electrónica a la congregación en la Iglesia Life Tabernacle. Medios locales señalan que el templo estuvo lleno de fieles, y prácticas mínimas de distanciamiento como el escaso uso de máscaras faciales.
“Ya no nos escondemos”, declaró el pastor, que estaba en libertad bajo fianza y, según informes, había roto su arresto domiciliario al presentarse en el servicio.
“Tengo que llegar a Jesús … Vamos América, volvamos a Jesús”, se le oía decir. Testigos señalan que aseguró a la congregación que, si reunían suficiente fe, el COVID-19 El virus no los infectaría.
“No debería nadie estar asustado ahora sino el diablo”, comentó.
“Dios te dio un sistema inmunológico para matar ese virus. Sal de tu escondite, América. Adorar como personas libres “.
En un video de Facebook Live publicado por Central City News, se podía ver a Spell cantando y tocando el piano en su casa, antes de que un hombre con guantes y una máscara facial comenzara a ponerle la etiqueta.
“Este arresto domiciliario es para evitar que predique”, se podía escuchar a Spell decir. “Esas son las palabras del juez. No tengo derecho a predicar en mi iglesia. No dejes que nadie haga eso”.
“No se trata de otra cosa sino de prohibirme ir a la iglesia y predicar a mi gente”.
Durante su ajuste de etiqueta, Spell calificó el arresto como “un intento inmoral, ilegal y sin escrúpulos de silenciar la voz de este predicador”.
El pastor también enfrenta una investigación por cargos de asalto agravado después de que aparecieron imágenes de él conduciendo un autobús de la iglesia a gran velocidad en dirección a un manifestante que protestaba fuera de su iglesia por el irrespeto a la cuarentena.