Un pastor evangelista fue detenido por la policía de Misiones, acusado de haber abusado sexualmente de sus cuatro hijas, dos de las cuales quedaron embarazadas y ahora tienen hijos de 10 y 2 años, según confirmaron fuentes judiciales.
El caso salió a la luz recientemente pero el sujeto, identificado como José Martín, de 48 años, se encuentra detenido desde mediados de agosto pasado en una comisaría de la localidad de Itacaruaré, ubicada a unos 130 kilómetros de Posadas, donde ejercía sus tareas pastorales.
Las mismas fuentes señalaron que las víctimas tienen 11, 14 y 16 años, además de una mayor de edad, hija de su pareja, de las cuales las dos últimas fueron madres de dos pequeños como consecuencia de los abusos a los que fueron sometidas.
De acuerdo con los avances en la investigación, la mayor de las mujeres se habría alejado del grupo familiar tras dar a luz, en tanto las vivencias del resto de las integrantes se conocieron por el relato de la menor de 11 años a un familiar, al que recurrió tras escapar de su casa.
Con el testimonio de la niña, la persona allegada radicó una denuncia en la comisaría de San Javier, municipio cabecera del departamento del mismo nombre, donde la jueza de instrucción Selva Raquel Zuetta ordenó una investigación.
La magistrada habría reunido testimonios y elementos que definirían al acusado como una persona violenta y autoritaria en el trato de su pareja y sus hijas, a las que además tenía sometidas a servidumbre bajo amenazas permanentes.
En la reconstrucción de la historia familiar, se supo que el sujeto habría conocido a la mujer en el marco de sus tareas pastorales, circunstancia en que abusó sexualmente de la hija de ésta, quien dio a luz a un varón y abandonó el grupo familiar hace diez años.
El chico se convirtió en una figura clave en la investigación, ya que aparte de corroborar el relato de las demás integrantes del grupo, habría aportado su testimonio acerca de la situación que le tocó vivir a cada una con una pormenorizada descripción de los abusos.
Las menores de 11, 14 y 16 años declararon en Cámara Gesell y detallaron los sometimientos por parte de su padre, con el agravante de que la mayor de las tres habría relatado que su hijo de dos años también sería descendiente de su progenitor.
La jueza Zuetta dispuso la realización de estudios de ADN a las menores y el bebé de una de ellas, así como la localización de la mayor, que residiría en la localidad misionera de San Pedro, con el fin de determinar el grado de parentesco y de filiación de los pequeños.