KENTUCKY, EE.UU.- Mientras predicaba un sermón en la Iglesia Bautista de Fairview en Kentucky (EE.UU.), el pastor Mike Rice sufrió un ataque al corazón y se desmayó ante los fieles . Sin embargo, lo que podría ser una tragedia se ha convertido en una historia de milagro.
El 10 de junio, el pastor de 66 años estaba predicando cuando su corazón dejó de latir. En cuestión de segundos, los trabajadores acudieron al altar con un desfibrilador, que fue había sido comprado hace dos años.
Un miembro de los que socorrieron al pastor, el médico Ish Stevens, creyó que Rice se había desmayado por ser diabético y estar con bajo contenido de azúcar. Él inició la desfibrilación en el pastor con la ayuda de la enfermera Jo Cathey, que también es parte de la iglesia.
El equipo del Cuerpo de Bomberos, que estaba del otro lado de la calle haciendo un entrenamiento, también ayudó en el socorro y usó un aparato para recuperara el pastor su respiración. Pero el pastor pasó casi ocho minutos sin oxígeno. “Tres minutos pueden causar daños cerebrales”, explicó Rice al Daily Independent.
Rice fue llevado inmediatamente al hospital King’s Daughters Medical Center, donde fue internado en estado grave. Con el paso del tiempo, pocos pensaron que él iba a sobrevivir. Su familia y toda la comunidad se mantuvo en oración por el pastor.
Según la Asociación Americana del Corazón, cerca del 90% de los casos de paro cardíaco son fatales. Ante las probabilidades, los médicos consideraron la supervivencia de Rice un milagro.
“[El médico] miró dijo: ‘Usted estaba muerto. Usted es un milagro. No uso esa palabra fácilmente, pero usted es un milagro. “Usted estaba muerto”, contó Rice al WYMT.
Nuevo comienzo
El pasado domingo (12), Rice estuvo en el culto para agradecer a la iglesia e informar que las personas que él nunca conoció estaban orando por él. “Todos los días encuentro [en la calle] alguien que oró por mí”, comenta.
Los médicos que trataron su caso reconocen el milagro, pues alegan que es inexplicable haber vivido sin daños cerebrales, por lo menos. “Las palabras ‘milagro’ y ‘hay algo para usted’ fue lo que más escuché ‘, él cuenta.
El pastor también cuenta que su testimonio impactó a muchos funcionarios del hospital. “La gente veía a la iglesia de una manera diferente, de una manera positiva”, dijo. “Algunas de las enfermeras hablaron sobre cómo mi vida y la reacción de las personas las tocaron, y cómo ellas fueron incentivadas a volver a la iglesia”.
Rice está feliz de volver al púlpito y mirar a su congregación. Es algo que muchos pensaron que nunca más sucedería. “Yo me acuerdo todos los días sabiendo que hay un propósito. Este puede ser el último día, pero hay un propósito“, declaró el pastor.
[ Fuente: Daily Independent ]