EE.UU.- “Dios no está implorando por aceptación“. Una declaración sorprendente del pastor David Platt sirvió como una advertencia a la Iglesia de la clase de Evangelio que se ha predicado dentro y fuera de sus paredes.
Según él, actualmente, cuando se habla de evangelismo en discipulado, estas acciones están muy asociadas a principios del Evangelio que acaban siendo distorsionados. “Hacer discípulos es medio natural, o mejor, un desbordamiento sobrenatural de la decisión de ser un discípulo.
Proclamar la vida de Cristo es un desbordamiento del acto de compartir la vida con Cristo“, afirmó. “Estoy convencido que las personas de nuestras iglesias simplemente están dejando de vivir una vida con Cristo, es lo que nosotros hemos presentado a ellas como el Evangelio”.
David habló específicamente sobre la común oración que muchos evangelistas hacen junto con las personas en el momento en que ellas deciden consagrar sus vidas a Dios y destacó el error del concepto de aceptar a Jesús.
“Yo hago una oración, pidiendo que usted ‘acepte a Jesús en su corazón e invite a Él para entrar en su vida’.
¿No debería preocuparnos el hecho de que no hay una oración tan supersticiosa como esta en el Nuevo Testamento? No deberíamos preocuparnos de que la Biblia nunca usó una frase que contenga el término “aceptar a Jesús en su corazón” o “invitar a Cristo para entrar en su vida”. Esto que se ha predicado no es el Evangelio. Es un evangelismo moderno, construido sobre la arena y corre el riesgo de desilusionar millones de almas”, advirtió.
Platt afirmó que este tipo de mensaje no es sólo peligroso, pero también puede maldecir las vidas de muchas personas y llevar a desarrollar una imagen equivocada del Evangelio. “Es una cosa muy peligrosa, cuando usted lleva a las personas a creer que son cristianas, siendo que ellas no respondieron bíblicamente al Evangelio. Por no ser cuidadosos, podemos quitar al Evangelio, la sangre vital del Cristianismo y poner algo artificial en su lugar sólo para agradar a las multitudes, esto no es sólo peligroso, es maldecido”, dijo.
El pastor recordó que no hay problema en hablar de Dios como un padre amoroso, pero también hay que recordar que Él ejerce la justicia perfecta y que de antemano, todo ser humano es merecedor de su condenación.
“Y cuando pensamos en hacer discípulos todo está enfocado en salir haciendo este tipo de oración con las personas, nosotros esparcimos eso por ahí, vamos a mostrarles el contexto completo del Evangelio, vamos a mostrar a la gente la grandeza de Dios. Es un padre amoroso, que nos salva a un justo juez que tal vez pueda condenarnos, y eso es precisamente lo que merecemos a causa de nuestros pecados, estamos sin esperanzas, perdidos en nuestros pecados”, advirtió.
“En Efesios 2 dice que estábamos muertos en nuestros pecados, pero ¿qué quiere decir ‘muertos’ en este contexto, quiere decir ‘muertos’, no simplemente una ilustración, un tipo de muerte … Incapaces de volver a la vida, es que alguien de fuera actúe en su corazón”, agregó.
Platt finalizó su reflexión, destacando que Dios no implora por la aceptación en la vida y en el corazón de nadie, pues es soberano y digno de toda alabanza y adoración. “Dios no es un pobre salvador, implorando por la aceptación en el corazón de nadie, es el Dios soberano y el Rey, que es digno de la alabanza de todos, se arrepiente y confía en Cristo, como salvador y Señor. Cuando esto sucede en la vida de alguien, el Evangelio transformador cambia todo en su corazón”, destacó.
