En medio de la invasión rusa de Ucrania, el pastor Henryk Skizypkowski vio la necesidad de conectar a los refugiados ucranianos con la fe.
En este sentido, decidió abrir una iglesia para albergar a estas personas en la frontera con Polonia. En el momento en que se enteró de la invasión, el pastor polaco y su iglesia comenzaron a comprar camas, mantas y otros suministros para la inminente afluencia de refugiados.
“Fue un paso de fe”, dijo el pastor en una entrevista, sentado junto al Dr. Paul Chitwood, presidente de la Junta de Misiones Internacionales de la Convención Bautista del Sur, informa Faithwire.
La iglesia de Skizypkowski, junto con muchas otras congregaciones en la región, está sirviendo como línea de recepción para aquellos que huyen de la guerra que se desarrolla en Ucrania.
Tan solo el pasado martes, la iglesia ayudó a un puñado de familias a mudarse a Gdańsk, Polonia, Alemania y Bélgica.
La ayuda de los cristianos polacos es fundamental en este momento, explicó el líder religioso. Porque existe una verdadera sensación de desesperación entre los pastores y laicos ucranianos traumatizados por la invasión del presidente ruso, Vladimir Putin.
Si bien es indudable que es devastador, Skizypkowski, padre de siete hijos biológicos y nueve hijos adoptivos, tres de los cuales tienen síndrome de Down, cree que hay un propósito divino en juego.
“Creo que este momento es un momento histórico y espiritual. Estos problemas históricos estuvieron en los corazones, en las almas de las personas durante muchos, muchos años, las personas tienen problemas para perdonarse unos a otros», explicó.
Por último, agregó: «Pero este momento es el momento en que Dios creó una nueva situación entre nuestras naciones. Es un nuevo futuro. Ahora tenemos unidad, unidad espiritual”, concluyó Skizypkowski.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com