El pastor Cecilio “Roman” Ortiz, de 52 años, murió en las primeras horas del domingo pasado, 6 de octubre, de una herida de bala en su propia casa. Su hijo, Malachi, está bajo arresto y enfrenta un cargo de asesinato en segundo grado.
Varios miembros de la Iglesia Lord’s Vineyard Fellowship en la ciudad de Pueblo, Colorado, se reunieron en el templo el lunes por la tarde para ofrecer sus condolencias y honrar la trayectoria del difunto pastor.
El hecho lamentable tuvo lugar en la casa de la familia antes de las 3:45 am del domingo por la mañana. Los detalles del caso no fueron revelados por la policía de Pueblo, quien solo dijo que hubo una discusión y que Ortiz recibió un disparo y luego murió en el lugar.
Su viuda Roseen Ortiz recuerda la escena de la muerte de su esposo muy claramente: “Estaba en la cocina y escuché un estallido y cuando entré en la habitación estaban peleando con el arma”, dijo.
Roseen dijo que se interpuso entre padre e hijo, tomó el arma y terminó la pelea. Inmediatamente después, ella dijo que su esposo se derrumbó. “Llamé al 911 [número de emergencia] cinco veces y recibí un mensaje de voz”, dijo. “Comencé a entrar en pánico, no sabía a quién llamar. Creo que llamé a mi hija, pero el 911 volvió a llamar. Y cuando llegaron los paramédicos, todavía estaba respirando, luchando por su vida”, dijo.
En una entrevista con la emisora Kooa News 5, dijo que cree que su hijo fue drogado y que el disparo no fue intencional. “Mi hijo … hablé con él. No sabía lo que había sucedido hasta que se puso sobrio y a la policía le contó que estaban pasando por un momento muy difícil”.
Malachi le pidió a su madre que se disculpara con sus hermanas, sobrinas y sobrinos. También quería que ella les dijera a los miembros de la iglesia que lamentaba lo que había sucedido.
Durante la reunión del lunes por la tarde, los miembros de la iglesia del pastor y sus familiares tuvieron un velorio. Más tarde se lanzaron globos en honor al difunto pastor.
Su ministerio
Roman comenzó su ministerio hace más de 20 años. Roseen dijo que su esposo quería ser evangelista. Cuando el pastor de su iglesia se retiró inesperadamente, Roman se sintió llamado a asumir la responsabilidad.
Ella lo recuerda como un amoroso esposo, padre y abuelo: “Será muy difícil sin él. Era un hombre que nos mimó a todos”, dijo Roseen.
Le pidió a la comunidad de Pueblo que orara por su hijo y lo perdonara: “Si Roman pudiera hablar desde el cielo, diría ‘perdona, ya sabes, perdona a Malachi'”, dijo ella.
Un juez informó a Malachi de los cargos que enfrenta durante una videoconferencia en la prisión el lunes por la tarde. Está programado para hacer su primera aparición en la corte este jueves 10 de octubre.
