Extremistas hindúes en la India torturaron brutalmente a un pastor, lo golpearon en la cabeza con un cinturón y lo amenazaron con sacrificarlo a su dios porque distribuía tratados evangelísticos.
Morning Star News informa que recientemente Shelton Vishwanathan, un pastor de una iglesia doméstica, estaba repartiendo tratados del Evangelio en la aldea de Tiryani, en el distrito de Sheohar del estado de Bihar, cuando seis radicales hindúes se acercaron a él y le ordenaron que se detuviera.
Aunque el pastor obedeció, un hindú se apoderó de las llaves de su scooter (motoneta), le quitó el teléfono y les indicó a los demás que lo atacaran.
“Me golpearon la espalda y me dijeron que me ofrecerían como sacrificio a su deidad como castigo por distribuir tratados del evangelio”, recordó. “Me dieron fuertes golpes en la cabeza, por lo que me desmayé”.
Cuando recuperó la conciencia, se encontró encerrado en una habitación oscura.“Grité pidiendo ayuda, lloré fuerte esperando que alguien escuchara mis llantos y viniera a ayudarme, pero nadie podía oírme”, dijo el pastor Vishwanathan. “Estuve tumbado en el suelo sin comida ni agua durante los siguientes días. No me dieron de comer ni de beber”.
Una semana después, una anciana que vive cerca escuchó sus gritos y llamó a la puerta, dijo. “Me dijo que la puerta estaba cerrada con cerrojo desde afuera y que ella me la abriría con la condición de que no le dijera a nadie que la había abierto”, dijo.
“Tenía mucho miedo de que si los asaltantes se enteraban de que ella abría la puerta, ella también tendría problemas”. La mujer lo sacó de la habitación y luego le dio comida y agua, salvándole la vida.
“Si ella no hubiera ayudado, no estaría vivo hoy”, dijo. “Creo plenamente que fue Dios quien la envió para ayudarme”.
Después de regresar a su casa en Sheohar, el pastor se enteró de que su familia lo había buscado por todo el distrito y finalmente huyó a la ciudad natal de su esposa en Nepal.
Con la ayuda de otros cristianos, eventualmente, pudo establecer contacto y pagar para que su familia regresara a casa casi un mes después del ataque.
“Estoy encantado de ver la mano del Señor en cada situación durante los últimos dos meses”, dijo Vishwanathan. “Mi familia, que pensó que me habían perdido y que había muerto, damos gracias y alabamos al Señor”.
Esta no es la primera vez que el pastor ha sido atacado por su fe. En junio de 2019, ocho extremistas hindúes en el distrito de Sheohar lo empujaron fuera de su scooter y le rompieron la mano y el pie mientras lo golpeaban.
Aunque el grupo de defensa legal Alliance Defending Freedom India instó al pastor a presentar cargos contra los atacantes, él se negó.
“Me habían atacado varias veces por dirigir una iglesia en casa y compartir el evangelio en las aldeas, pero sobreviví solo por la gracia de Dios. Incluso en el pasado, la policía me advirtió que existe una amenaza para mi vida. Como las celebraciones de Navratri [festival hindú] estaban en pleno apogeo, si me encontraran de nuevo, los asaltantes podrían haberme ofrecido realmente como sacrificio a la deidad”, explicó.
La violencia contra los cristianos en el estado de Bihar, en el noreste de la India, en la frontera con Nepal y Bangladesh, ha aumentado en los últimos años.
El cristianismo es practicado por menos del 0,5% de la población, mientras que los hindúes constituyen el 82,7% de la población.
No se acabará la persecución
Un informe reciente del United Christian Forum en India, una organización cristiana que aboga en nombre de los cristianos en India, encontró que los ataques contra los cristianos y sus lugares de culto en el estado aumentaron tanto en número como en gravedad en los primeros meses de 2020.
Thomas Schirrmacher, el recién nombrado jefe de la Alianza Evangélica Mundial, que representa a más de 600 millones de cristianos evangélicos en todo el mundo, dijo a Christian Post que las minorías religiosas de la India se han enfrentado a una creciente persecución desde que el primer ministro Narendra Modi y su partido nacionalista hindú BJP subieron al poder en 2014.