CAMBOYA.- Un pastor que actúa en Camboya ya ha logrado rescatar a más de 700 víctimas del tráfico sexual, incluyendo adolescentes que fueron vendidas por sus propias madres.
La organización Ágape International Missions ha apoyado a niñas del país como Sephak, de apenas 13 años. “Ella fue llevada a un hospital, recibió un certificado que confirmaba su virginidad y fue llevada a una habitación de hotel donde fue violada por días y regresó a casa después de tres noches”, dijo el pastor estadounidense Don Brewster a CNN.
La madre de la niña, Ann, vendió a su hija por 800 dólares porque la familia tenía deudas a pagar y no veía ninguna alternativa. Más tarde, Ann forzó a Sephak a trabajar en un burdel, pero hoy se arrepiente de sus decisiones.
Sephak hoy es voluntaria de la organización Ágape y ayuda a las mujeres sobrevivientes a tener una renta con la producción de pulseras y ropa. “Hoy siento mucho más estabilidad que antes”, dijo Sephak. “Ahora tengo un trabajo decente. Realmente quiero que otras personas tengan el tipo de trabajo que tengo”.
Para Sephak, es difícil entender cómo una madre consigue vender a su propia hija.
“Ellos no tienen dinero, entonces hacen que sus hijas trabajen, incluso ahora, veo a muchas madres que no entienden los sentimientos de sus hijas, que no entienden que sus hijas tienen corazones, que sufren”.
El pastor observa que el principal punto del tráfico sexual en Camboya se produce en Svay Pak, una aldea de pescadores en las afueras de la capital, Phnom Penh. “Cuando hablamos sobre el tráfico sexual infantil, este es un epicentro”, dijo Brewster. “Cuando llegamos a Svay Pak, el índice era del 100% – si usted era una chica nacida aquí, usted sería traficada. Hoy la tasa es inferior al 50%”.
En el sitio de las misiones de Agape, Brewster explica que él fue a Camboya en 2005 con su esposa y no era consciente del problema del tráfico sexual. Pero después de ver un reportaje investigativo, la pareja se sorprendió al saber del sufrimiento de los niños.
“Los niños que yo di las manos y vi corriendo por las calles no estaban tratando de sobrevivir a la pobreza, muchos vivían en el infierno, sufriendo torturas, no podía creer que todo estaba bien debajo de mi nariz”, afirma, según CNN.
