EE.UU.- La artista pop Katy Perry es muy diferente a aquella hija de pastor que amaba a Jesús, como lo fue en la adolescencia. A pesar que sus padres, Keith y Mary Hudson, que lideran un ministerio neopentecostal en California, no están de acuerdo con las decisiones de la cantante, no han dejado de amarla. Ellos hablaron recientemente en la Iglesia de la Gracia, en Yorba Linda, California, pidiendo que la congregación ore por su hija.
“Quiero que oren por mi hija”, dijo el pastor Keith. “No la juzguen, oren por ella”. Perry, que recientemente lanzó un nuevo single muy sugestivo llamado “Bon Appétit”, dijo en el programa ‘Smallzy’s Surgery’ de Radio Nueva (EEUU), que ella y sus padres “concuerdan en desacuerdo”, cuando se trata de su música.
“La cosa sobre eso es que es algo tan extraño realmente de entender que concordamos en desacuerdo, pero todavía damos espacio al amor”, dijo ella. “Todos hemos venido de lugares diferentes … usted puede tener su sistema de creencias, nadie está diciendo que usted no puede creer en sus creencias, pero usted también puede venir de un espacio de amor.
Eso es lo que mi familia y lo ejercitamos todo el tiempo“.
Perry comenzó su carrera como cantante cristiana, antes de migrar a la música secular, a los 17 años. No tardó mucho para que ella lanzara la controvertida canción “I Kissed a Girl” (“Besé a una chica”) en 2008.
Ella dice que fue inspirada por el grupo Queen (años 70), y el provocador vocal del grupo, Freddie Mercury. “Nunca había escuchado una explicación tan imaginativa sobre cómo vivir”, recordó. “Esa fue mi primera perspectiva en este mundo, y simplemente me encantó, me sentía tan libre y aceptada”.
Perry, desde entonces, se alejó completamente de su fe y de la doctrina cristiana que ella una vez tuvo como adolescente. “No creo en un cielo o un infierno o un viejo sentado en un trono”, dijo Perry, respondiendo a una pregunta de la revista Marie Claire. “Creo en un poder superior, mayor que yo, porque eso me hace responsable”.
