CALIFORNIA, EE.UU.-Carol Waisanen dio una conferencia en la iglesia sobre “Enfrentando a sus gigantes” el 7 de mayo. Ella y su marido, Don, comparten tareas pastorales en la iglesia ‘Solid Rock Restoration’, en Riverside, California.
“Cuando toda la esperanza humana desapareció como una posibilidad, Abraham puso su fe y esperanza en Dios”, declaró Carol aquella mañana en su predicación. “¿Usted ya pasó por un juicio y sintió que usted se tambaleaba? Cuando todo parece imposible – muerto – usted todavía puede decir que cree en lo imposible? Como Abraham, todos enfrentamos a nuestros gigantes”.
La misma noche, Carol empezó a sentirse enferma. “Ella vomitó y creemos que ella sufrió intoxicación alimentaria”, dijo su marido, el pastor Don. Su condición continuó deteriorándose durante la semana.
El 12 de mayo, Don se apresuró a entrar con su esposa en la sala de emergencia del Hospital Kaiser, de Fontana. Después de hacer una serie de exámenes, los médicos regresaron con un informe sombrío.
Carol fue diagnosticada con cáncer de útero. El tumor tuvo un avance rápido, creando un bloqueo en el abdomen y desencadenando sus síntomas.
Con el paso de los días, el estado de salud de Carol continuó empeorando. El día 19, fue transferida a la UTI. “Todos sus signos vitales se estaban desintegrando rápidamente”, dijo el pastor Don.
El tumor se había triplicado, afectando a otros órganos. La neumonía había entrado en los pulmones, afectando su respiración. Ella tenía coágulos sanguíneos en sus piernas y otras infecciones que amenazaban su vida. Sus órganos vitales estaban deteriorándose cuando ella terminó entrando en coma.
“Su condición era tan grave que los médicos sólo le dieron un 3% de probabilidad de supervivencia y llegaron a considerar que probablemente moriría en las próximas 24 horas”, contó el pastor.
La familia fue aconsejada que era el momento de hacer los preparativos para el funeral de Carol. Sin embargo, un pequeño grupo de intercesores de la iglesia de esta pareja de pastores se reunió en el hospital para orar en la sala de espera, por su líder enferma.
Al día siguiente, Carol fue trasladada de la UTI al área de cuidados paliativos, algo que indicaba que el final de ella estaba cerca. Don siguió teniendo fe que Dios podría curar a su esposa. “Sé que esto parece imposible”, dijo a los médicos, “pero siga dándole agua y alimento”.
El pastor creía que el poder sobrenatural de Dios podría ignorar sus circunstancias desesperadas. “Organizamos una vigilia de oración por Carol la noche del jueves pasado a las 19, 25 de mayo”, contó Don.
Alentó a las personas a difundir pedidos de oración por correo electrónico e Internet y luego se informó de que los cristianos de Canadá, Reino Unido, Nueva York, Florida, Texas, Nevada y en toda California estaban orando por la pastora.
Sorprendentemente – más tarde aquella noche – ¡Carol salió del coma y empezó a hablar! Durante las horas de la vigilia en oración conjunta, la neumonía desapareció y su respiración normalizó. Sus otros órganos comenzaron a funcionar correctamente.
“¡La vida volvió a Carol!”, celebró el pastor Don. Los médicos que acompañaban a la pastora también se sintieron tocados con ese milagro, diciendo: “esta es la cosa más increíble que hemos visto”.
“Esta es la historia de curación más increíble que he experimentado personalmente”, confesó el pastor.
Don y su hijo se estaban preparando para un funeral, pero acabaron celebrando el regreso a casa en familia el pasado miércoles 31 de mayo.
“Creemos que Dios podría intervenir, todas las señales indicaban que el fin estaba cerca, no murió, sino que vive para declarar las obras del Señor”, dice.
“Creo que ella estará bien en casa”, continuó el pastor. “En casa, ella tendrá paz y tranquilidad, creo que es importante resaltar que ella todavía está en condiciones frágiles de salud. Estamos creyendo en Dios, a pesar del pronóstico médico, que habrá cura y restauración de forma completa”.
En su último mensaje, “Enfrentando a sus gigantes”, Carol dijo: “Cuando enfrentamos un nuevo juicio, muchas veces es una señal de que estamos entrando en una nueva dimensión. Dios usa el juicio como una preparación para una nueva cosa por venir“.
“Esto también sirve para mí hoy, hay un tiempo de transición, hay un tiempo de espera, es como esperar a la curación, a veces usted obtiene la cura milagrosa y a veces pasa por un proceso de recuperación“, dijo ella, según publica God Reports.