SAO PAULO, BRASIL. – El pasado jueves 27, la joven Mónica Chaves, de apenas 38 años, se suicidó tras batallar contra la depresión. Según informaciones, la joven actuaba como pastora evangélica, en la ciudad de San José del Río Negro, interior de Sao Paulo, en la iglesia Cabana Church.
Mónica era actuante en la Obra de Dios, y muy querida por los miembros de la iglesia en que formaba parte, su muerte generó gran conmoción en las redes sociales, donde muchos se expresaron sorprendidos por lo que sucedió.
Aunque ella había buscado tratamiento médico, la joven pastora, no resistió al sufrimiento, y terminó quitándose su propia vida, con una soga al cuello y colgándose en el baño de su casa.
El obispo Alex Puentes, de la iglesia donde fue parte Mónica comentó el incidente diciendo: “Siempre que veo una noticia de que alguien se ha quitado la vida, me da una tristeza muy grande, y pienso: “Esa persona podía haber oído hablar de Jesús”. Sólo que lamentablemente esas noticias se han vuelto cada vez más frecuentes, y de personas que no sólo oyeron hablar de Jesús, sino que también andaban con él.
¿Eso es demasiado triste? ¡Esto va más allá de lo que se da para explicar! Hoy la noticia fue de esa sierva de Dios que amamos tanto. Fue triste verla enfrentando esa depresión, fue hermoso ver cómo la iglesia y la familia verdaderamente la amaron estando al lado de ella, y fue un choque hoy ver que aquello sólo vino para matarla e hizo creer que esa sería la salida. Que el Espíritu Santo consuele de forma especial y en el nombre de Jesús que todos nosotros podamos vigilar”.
Durante este año de 2018 varios líderes religiosos dieron fin a su existencia humana y todos tenían algo en común, la depresión, y con la pastora de 36 años de edad, Mónica Chaves, no fue diferente, ella sufría depresión y ya estaba en tratamiento, parecía estar todo sobre control, los familiares también de nada desconfiaron.