ESPAÑA.- El portero costarricense Keylor Navas, del Real Madrid, entró a la historia al conquistar la tercera copa de la Champion League de Europa, considerada la competición más difícil del mundo.
El Real Madrid ganó al Liverpool en Kiev el sábado por el marcador de 3 a 1. Pero la trayectoria del arquero no estaba exenta de desafíos. Después de su primera temporada en el equipo, casi se negoció su traslado a otro equipo. Acabó dando la vuelta y hoy es un jugador consagrado tanto en la selección de su país natal y en el fútbol español.
En una reciente entrevista con el diario español ABC, Navas dijo que la fe es lo más importante en su vida. “Dios tiene un propósito para cada persona. Recuerdo bien que cuando hablaban que yo sería vendido, yo y mi esposa oramos y dijimos a Dios que, si él quería que me quedara [en el Real], quedaría muy feliz …. Siempre pedí a Dios que me diera la oportunidad de escribir mi historia en este club. Las cosas no suceden por casualidad. “Aquí estoy yo, escribiendo mi historia y ganando títulos”, afirmó.
Evangélico practicante, Navas lleva en Madrid dirigiendo un grupo de estudio de la Biblia llamada ‘Theos Place’, que funciona como una iglesia en casa.
“Nuestro objetivo es que todas las personas puedan tener una relación con Dios, se acerquen a él, lean y entiendan la Biblia, y oren”, explica.
“Nos reunimos todos los jueves, a las 20:30, cuando alguien hace un breve prédico o asistimos a una predicación. También tenemos estudios bíblicos los lunes, los martes y los viernes. Son pequeños grupos de 8 a 10 personas, con un líder que ha estudiado y conoce la Biblia muy bien y ayuda a los participantes a comprenderla mejor “, destacó el jugador. El prefijo no quiso revelar qué jugadores del Real Madrid participan.
“El fútbol es una bendición de Dios, pero ganar la Champions no es la cosa más importante de mi vida, “.
El testifica que ese lugar pertenece a Jesús: “Desde que acepté a Cristo en mi corazón, mi principal objetivo es alcanzar la vida eterna y poder estar con Él. Es Jesús quien me da sabiduría, una mente tranquila y un corazón fuerte para que en los momentos difíciles, yo pueda luchar, y en momentos de bendición y felicidad no me deje llevar, manteniendo siempre los pies en el suelo y siendo humilde. Él me orienta en todas las decisiones que toma en mi vida … Quiero ser recordado como un buen portero, pero sobre todo, como una persona de fe, que intentó ser ejemplo dentro y fuera de campo”.
[ Fuente: ABC ]