Desde comienzos de año, los cristianos de trasfondo musulmán han venido sufriendo diariamente diferentes represalias por su fe, llegando a ser amenazados de muerte.
Desde principios de este año, los colaboradores locales de Puertas Abiertas han estado recibiendo regularmente informes de persecución.
Estos informes revelan que la persecución contra los creyentes de trasfondo musulmán se ha intensificado. A continuación, se muestra otra historia de la persecución a la que se enfrenta Shajahan.
Shajahan y su familia han sido perseguidos y presionados para que renuncien a su fe desde que aceptaron a Cristo, hace unos diez años. La familia ha vivido en la parte occidental de Bangladesh, en el distrito de Kusthia, y sus vecinos y familiares musulmanes los han perseguido desde que se enteraron de la fe de la familia.
Shajahan ha soportado desde presiones hasta amenazas de muerte, y la mayoría de las veces, de su propia familia. Sus parientes tienen opiniones muy fuertes sobre su fe, y no les gusta que haya influido en su familia, sus hijos y nietos, para que sigan a Cristo.
El hijo de Shajahan estudió teología en la Universidad, ya se ha graduado y está sirviendo a Dios. Su nieto también es muy activo en la escuela dominical. Su familia musulmana le ha amenazado con repudiarle en innumerables ocasiones, pero Shajahan nunca se lo ha tomado en serio.
Recientemente, la persecución contra Shajahan y su familia se ha ido de las manos. Los autores intentaron avergonzar públicamente a Shajahan haciéndole renunciar a su fe ante el público.
Fue después del Eid-ul-Fitr (la fiesta de la ruptura del ayuno). El comité de la mezquita local pidió a Shajahan que contribuyera con dinero a la mezquita para sus fines religiosos.
«No puedo participar y contribuir con dinero para los fines de la actividad religiosa musulmana. Ya no creo en ella», dijo Shajahan.
Los líderes religiosos de la mezquita comenzaron a burlarse de él y a ridiculizarlo públicamente. Shajahan permaneció en silencio y permitió que los líderes religiosos hicieran lo peor. Pero su silencio los enfureció aún más. Así que Shajahan fue expulsado del pueblo.
Desde este incidente, a Shajahan no se le permite ir al campo, ni al mercado a comprar o vender cosas. No se le permite visitar a nadie, ni se le permite a nadie visitarlo a él. No se le permite participar en ninguna actividad social del pueblo.
El 26 de mayo, un grupo de musulmanes fue autorizado a ir a la casa de Shajahan con el propósito de hacerle renunciar por la fuerza a su fe en Jesucristo y volver al islam. Si se negaba, sería excomulgado por completo.
«Me amenazaron», dijo Shajahan. «Dijeron que harían cualquier cosa para impedir que practicara mi fe. Dijeron que harían imposible que yo y mi familia viviéramos en este pueblo. Dijeron que mi familia no sobrevivirá aquí, entonces no tendré más remedio que huir de mi casa y mis propiedades».
Shajahan teme por la seguridad de su familia. «Tengo miedo de lo que puedan hacerle a mi familia», dijo Shajahan. Vivir en ese pueblo se ha convertido en un gran reto para Shajahan y su familia. La vida se ha vuelto muy solitaria para ellos.
Desde comienzos de año, los cristianos de trasfondo musulmán han venido sufriendo diariamente diferentes represalias por su fe, llegando a ser amenazados de muerte.
*Noticia extraída de Puertasabiertas.org