EE.UU.- El príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman, de 32 años, dio una declaración histórica en una entrevista con The Atlanctic. Él dijo que los israelíes tienen derecho a vivir pacíficamente en sus tierras, una señal pública que los sauditas se acercan a Israel, lo que marcaría el rompimiento de una animosidad milenaria.
Cuando se le preguntó sobre el pueblo judío y su derecho a tener un Estado-nación, en al menos parte de su tierra ancestral, la respuesta de Salman fue: “Creo que los palestinos y los israelíes tienen el derecho de tener su propia tierra.
Pero tenemos que tener un acuerdo de paz para asegurar la estabilidad para todos y tener relaciones normales”.
Arabia Saudita fue donde comenzó el Islam. Allí están sus santuarios más sagrados. Debido a las enseñanzas del Corán, aparentemente contra los judíos, llamados “infieles”, nunca ha reconocido a Israel. Durante años, la normalización de las relaciones depende de la retirada israelí de las tierras árabes capturadas en la Guerra de los Seis Días (1967), los territorios palestinos la reclaman para establece un futuro estado.
“Tenemos preocupaciones religiosas sobre el destino de la Mezquita Sagrada en Jerusalén y sobre los derechos del pueblo palestino.
“No tenemos ninguna objeción contra cualquier otra persona”, afirmó el príncipe Mohammed, que está de gira por Estados Unidos para conseguir nuevas inversiones y apoyar sus esfuerzos para contener la influencia iraní. Su cambio de postura puede ser el resultado de la influencia de Trump, pero también tiene que ver con un enemigo en común.
Unión contra el avance de Irán
Irán es el mayor enemigo declarado tanto de Arabia Saudita como de Israel. El aumento de la tensión entre Teherán y Riad viene alimentando especulaciones que los “intereses comunes” pueden llevar a Arabia Saudita e Israel a trabajar juntos contra lo que ellos ven como una amenaza común.
“Hay muchos intereses que compartimos con Israel y, si hay paz, habría mucho interés entre Israel y los países del Consejo de Cooperación del Golfo”, agregó el príncipe.
El príncipe explica que ve el Oriente Medio dividido en dos campos que se oponen: lo que él llamó “triángulo del mal”, formado por Irán, Hermandad Musulmana y grupos terroristas sunitas; y una alianza de ‘estados moderados’ como Jordania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Omán.
Mohammed bin Salman no le ahorra críticas al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei. “Creo que el líder supremo iraní hace que Hitler parezca bueno. Hitler no hizo lo que el líder supremo está tratando de hacer. Hitler intentó conquistar Europa … El líder supremo está tratando de conquistar el mundo”.
A finales del mes pasado Arabia Saudita abrió su espacio aéreo por primera vez para un vuelo comercial a Israel. Las autoridades israelíes saludaron la decisión como histórica tras dos años de esfuerzos.
En noviembre, un miembro del gabinete israelí divulgó que estaban haciendo contactos secretos con Arabia Saudita y surgieron rumores de acuerdos secretos, algo que Riad todavía niega.
Arabia Saudí condenó la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel el año pasado, pero autoridades árabes reconocieron en la ocasión que Riad podría apoyar una estrategia más amplia de EEUU para un plan de paz israelí-palestino, en fase de desarrollo.
[ Fuente: Reuters ]