“¡En el nombre de Jesús, que respire, Señor! ¡Devuélvele el aliento a esta bebé, Señor! Querido Jesús, por favor, que esta bebé respire”, estas frases son dichas por una mujer que oraba mientras que dos voluntarios intentaban salvarle la vida a dos niños que se habían ahogado, el video fue publicado y se volvió viral en Estados Unidos.
En los últimos días, Texas, fue golpeado por varios tornados, lo que causó un gran daño.
Uno de ellos volteó una camioneta cerca de Myrtle Springs. El sábado, un Chevy negro con 3 personas de la misma familia cayeron en un arroyo. El accidente se produjo poco después de que la zona se viera afectada por fuertes vientos.
Las imágenes de vídeo grabadas por un hombre llamado Tom Mitchell muestran a seis hombres entrando en el agua, tratando de enderezar la camioneta volcada y tratando de sacar a las personas. La fuerte corriente obstaculizaba la misión.
Dentro del vehículo estaba un padre y sus dos hijos. Cuando los hombres pudieron sacar a la bebé se dieron cuenta que estaba pálida y no mostraba ninguna reacción. Lo que sería difícil de ver en el vídeo, así que Mitchell guardó el teléfono en su bolso.
Él dice que no había llanto y que no conseguía detectar la respiración. Él creía que estaba muerta. De repente una mujer se le acercó y comenzó a clamar a Dios por un milagro.
“El agua en el arroyo se movía muy rápido y no podían abrir las puertas, cuando rescatamos a la bebé estaba blanca, pasando a un gris azulado, y sus ojos fuera de foco. En ese momento grité Jesús, querido, por favor haz que está bebé respire”, relató Tom.
Mientras oraba la mujer los hombres trataron de reanimar al niño, pero fue en vano. Mitchell cree que había muerto. Sin embargo, él contó a la prensa, “Tan pronto como se puso a orar, sentí la respuesta del niño.” Cerca de un minuto después él gritó: “Está respirando!”.
El niño entró en razón y para él fue un verdadero milagro. El padre dijo que él y el bebé están bien y agradeció a los extraños que lo ayudaron a salvar a su hijo, según ha publicado WND.
Phillip Ocheltree manejaba su camioneta rápidamente por un camino de terracería con sus dos pequeños hijos a bordo en el asiento trasero, a quienes trataba de poner a salvo ante la amenaza de un tornado que estaba cerca de donde se encontraban. Sin embargo, justo cuando se pasaban por un arroyo, los poderosos vientos y lo irregular del terreno acabaron por hacer que el vehículo se volteara en medio del agua.
Momentos después, Tom Mitchell se detuvo en su auto al pasar por el lugar y bajó para tratar de sacar a los pasajeros de la camioneta. Al darse cuenta que había niños a bordo, comenzó a pedir ayuda, hasta que las personas de otros coches que también pasaban por ahí se acercaron a brindar ayuda.