FILIPINAS. – El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, parece cultivar una revuelta personal contra las religiones de origen cristiano, específicamente contra el catolicismo romano. Conocido por sus declaraciones polémicas e insultos al líder del Vaticano, esta vez prometió que la Iglesia Católica Romana “desaparecerá en casi 25 años” de su país.
La declaración de Duterte fue dada el pasado día 25 del mes pasado, donde él llamó a los obispos católicos de “tontos inútiles” e “hijos de p ***”, afirmando que casi todo el clero de la Iglesia romana estaría corrompido moralmente.
“Cuando se quedan con el deseo, van detrás de las monjas. Si ellos son gays, ellos van detrás de los chicos jóvenes. ¿Quién necesita una religión como esa?”, declaró Duterte.
Duterte habló además que la mayoría de los obispos católicos son gays, y que por eso deberían “salir al aire libre, cancelar el celibato y permitirse novios”, clasificando a la Iglesia Católica como “la institución más hipócrita” del mundo, UOL.
El presidente filipino también chocó a la sociedad al convocar a los ciudadanos para que maten a los líderes cristianos en su país, en diciembre pasado. “Estos obispos que ustedes tienen, mátenlos. Ellos son bastardos inútiles. Lo único que hacen es criticar”, dijo.
La ignorancia de Duterte se presentó en contra de Dios, llamando al Señor “estúpido” e “hijo de un ***” en otro discurso, con la promesa de renunciar como presidente si alguien lo demostraba la existencia del Creador.
Además de las declaraciones leves de cuño religioso, Duterte también se muestra intolerante en el combate a las drogas en su país, tratando a los dependientes químicos como personas dignas de muerte, lo que ya resultó en la muerte de al menos 2.400 personas desde el inicio de la implantación de su nueva política de drogas, de acuerdo con El País.