RUANDA.- El gobierno de Ruanda cerró miles de iglesias evangélicas y al menos una decena de mezquitas, alegando desear tener “más control” sobre la comunidad religiosa. Según las autoridades, los templos eran “improvisados” y “amenazaban la vida de los fieles”.
El presidente Paul Kagame declaró estar sorprendido por el alto número de iglesias en el pequeño país del este africano. Recientemente declaró su sorpresa en saber que existían 700 iglesias en la capital Kigali: “¡Eso es un lío!”.
Para el gobernante, Ruanda no necesita tantas casas de culto, alegando que un número tan alto sólo sería aceptable en países más grandes y más desarrollados.
Hace mucho tiempo grupos de defensa de los derechos humanos acusan al gobierno de Kagame de reprimir la libertad de expresión, incluida la religiosa. Seis pastores pentecostales que protestaron contra el cierre de las iglesias fueron arrestados y acusados de “reuniones ilegales con malas intenciones”.
Aunque el gobierno de Ruanda utiliza como justificación la violación de “normas de seguridad”, ya está tomando otras medidas para reprimir a la comunidad cristiana, que es mayoría en el país: 12 millones de personas.
Según el censo más reciente, son 57% de católicos, 37% evangélicos y 4% musulmanes, además de practicantes de religiones animistas.
Una propuesta de legislación, que aún no ha sido votada en el Congreso, prevé que los pastores estén obligados a tener formación superior en teología. El objetivo es regular las iglesias pentecostales que “explotaron” en el país en las últimas décadas, operando muchas veces sin preocuparse por el registro formal ante el Estado.
La gran mayoría de los templos cerrados son pequeñas iglesias evangélicas, que funcionan en casas adaptadas. Algunas funcionaban en tiendas. Ninguna recibió aviso previo de que tendría que cerrar sus actividades.
Anastase Shyaka, jefe del Consejo de Gobernanza de Ruanda que regula organizaciones religiosas, dijo que unas 6.000 iglesias fueron cerradas por todo el país, pero el número oficial puede ser aún mayor.
Uno de los “nuevos requisitos” para que las iglesias funcionen es la instalación de un para-rayos. Shyaka utiliza el ejemplo de un templo que fue alcanzado por un rayo en marzo, dejando 16 muertos y 140 heridos fieles .
[ Fuente: Daily Mail ]