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Salvación es regeneración

Por: Mendoza Daniel
Salvación es regeneración
Fecha: Domingo, 19 de febrero del 2017 ID: 201700000082

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2 Ped 1:4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia

¿Qué dice la Biblia específicamente en cuanto a nuestra naturaleza? La palabra griega para naturaleza se utiliza de esta manera solo dos veces en el Nuevo Testamento. Efe 2:1-3 describe la naturaleza que todos compartimos antes de venir a Cristo “Estábamos muertos en nuestros delitos y pecados… y éramos por naturaleza hijos de ira” ¿Cuál era tu naturaleza básica antes de que nacieras espiritualmente? Tú y cualquier cristiano “éramos por naturaleza hijos de ira”, muertos en pecado, sujetos al poder de Satanás viviendo completamente para satisfacer deseos pecaminosos. Esta es la condición de todo incrédulo hoy.

La segunda aparición de la palabra está en 2 Ped 1:4 describiendo nuestra naturaleza después de que llegamos a Cristo. Él nos ha concedido Sus promesas preciosas y grandísimas para que por medio de ellas podamos convertirnos en partícipes de la naturaleza divina.

Cuando te unes espiritualmente a Dios a través de tu nuevo nacimiento, no añadiste una nueva naturaleza divina a tu vieja naturaleza pecaminosa. Tú intercambiaste naturalezas. La salvación no es solo un asunto de Dios perdonando tus pecados y otorgándote un pase para el cielo cuando mueras. La salvación es una regeneración. Dios te trasladó de las tinieblas a la luz, de pecador a santo. Hay algo nuevo en ti que no había antes. Si Dios no hubiera cambiado tu identidad en la salvación estarías atascado con tu vieja identidad hasta que murieras. ¿Cómo esperas crecer hasta madurar si no comienzas como un hijo transformado por Dios? Convertirse en un partícipe de la naturaleza de Dios es fundamental  para la identidad de los cristianos y su madurez.

Ya no estamos más en Adán. Estamos en Cristo. Todavía podemos escoger caminar de acuerdo a la carne, pero ¿por qué quisiéramos hacerlo? Tú no estás en la carne sino en el Espíritu si es que el Espíritu de Dios mora en ti. Y si no tienes el Espíritu de Cristo, no eres de Él. (Rom 8:9)

Por Neil Anderson

ORACIÓN
Señor, te pido que mi entendimiento de quién soy en Cristo pueda crecer para que pueda caminar la vida victoriosa que Tú aseguraste para mí, en el nombre de Jesús, amén.

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

2 Timoteo 2:24-26 (RVR 1960)

Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

Palabras Claves: DevocionalesNeil Anderson

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