El alto al fuego entre Israel y Hamas se mantuvo el domingo por tercer día, y la policía israelí admitió a visitantes judíos en un disputado lugar sagrado de Jerusalén, donde choques previos con manifestantes palestinos contribuyeron a desencadenar los combates transfronterizos en Gaza.
La policía no informó de incidentes inusuales en el recinto de la mezquita de Al Aqsa, uno de los lugares más sagrados del Islam, mientras imágenes en las redes sociales mostraban a unas pocas docenas de judíos con vestimenta religiosa paseando por el lugar bajo vigilancia.
La Explanada de las Mezquitas de la Ciudad Vieja fue escenario de algunos de ellos. Enfrentamientos que han sido objeto de la crítica de Naciones Unidas, que ha exigido que se respeten los lugares sagrados y “evitar las provocaciones que puedan hacer subir la tensión”.
La primera jornada de alto el fuego en Gaza, que entró en vigor la madrugada del viernes, estuvo salpicada por incidentes aislados en la Cisjordania ocupada y Jerusalén.
Las incursiones policiales en Al Aqsa y sus alrededores durante el Ramadán, así como los desalojos previstos de palestinos de viviendas reclamadas por colonos judíos en Jerusalén Este, provocaron ataques con cohetes de largo alcance por parte de la organización islamista Hamás el 10 de mayo.
Finalmente, tras once días de conflicto, no se han registrado nuevos incidentes violentos entre las milicias palestinas y el Ejército israelí, pero sí demostraciones de fuerza como esta de Hamás.
Las Naciones Unidas ha asignado 4,5 millones de dólares adicionales del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) para paliar la crisis humanitaria que se ha traducido ya en al menos 90.000 personas desplazadas.
Varias organizaciones han distribuido materiales para el suministro de agua y combustible con los que esperan cubrir las necesidades de 72.000 personas.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com