Mat 10:2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano
Se ha dicho que a nadie le gusta ser el segundo violín, pero esa no era la perspectiva de Andrés. Crecer a la sombra de un hermano agresivo, abierto como Pedro, sería un desafío para cualquiera. Aún en los registros bíblicos, Andrés es conocido como el hermano de Simón Pedro (ej.: Jn 1:40) Pero cuando Andrés conoció a Jesús, su primera reacción fue decirle a Pedro, sabiendo bien que una vez que Pedro se convirtiera en discípulo probablemente dirigiría el grupo. Pero Andrés era un hombre verdaderamente humilde que le preocupaba más traer gente a Cristo que ver quién mandaba.
La fe de Andrés y su carácter lo llevaron a aprovechar cada oportunidad para guiar a otros a Cristo. Él sabía que la misión principal del Señor eran las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mat 10:6) pero también guió a gentiles tanto como a judíos a Cristo (Juan 12:20-22) Él había visto a Jesús cambiar el agua en vino en las bodas de Canaán (Juan 2:1-11) así que sabía que Jesús podía hacer mucho con poco. Eso debió estar en su mente cuando trajo al niño con los cinco panes y dos peces a Jesús, sabiendo que se necesitaba un milagro para dar de comer a la multitud con tan poca ofrenda (Juan 6:8-9)
La tradición nos dice que justo antes de su muerte, Andrés predicó en una provincia en donde la esposa del gobernador escuchó el evangelio y fue salva. El gobernador exigió que ella rechazara a Cristo, pero ella se negó. En ira mandó crucificar a Andrés en una cruz en forma de X, donde Andrés estuvo colgado dos días antes de morir. Aún ahí su valor no falló. Él predicó el evangelio desde esa cruz tratando de traer a otros a Cristo.
Andrés simboliza a todos aquellos cristianos humildes, fieles y valientes que trabajan tras bambalinas. Ellos son la columna vertebral de cada ministerio y de los que depende cada líder. Quizá no llegues a ser un líder prominente como Pedro, pero puedes ser un siervo fiel y valiente como Andrés.
Por John MacArthur