EE.UU.- Costi Hinn es pastor ejecutivo en la Iglesia Bíblica de la Misión en el Condado de Orange, California, él recientemente acaba de contar cómo trabajó con su tío el tele-evagelista Benny Hinn y cómo la teología de la prosperidad lo llevó a vivir una vida de lujos y negocio.
Hace 15 años para Costi Hinn pertenecer a la familia de Benny Hinn significaba como ser de la familia real y la mafia, según él y la versión de su evangelio era un negocio él mismo asegura: Aunque Jesucristo era todavía parte de nuestro evangelio, era más un genio mágico que el Rey de Reyes.
Frotándolo de la manera correcta —dando dinero y teniendo suficiente fe— desbloquearía su herencia espiritual. El objetivo de Dios no era su gloria sino nuestra ganancia. Su gracia no fue para liberarnos del pecado sino para hacernos ricos. La vida abundante que ofrecía no era eterna, era ahora. Vivíamos el evangelio de la prosperidad“.
Cómo se inmiscuyó en la teología de la prosperidad
El padre de Costi Hinn pastoreaba una pequeña iglesia en Vancouver, Columbia Británica.
Durante su adolescencia, viajó casi dos veces al mes con su tío, Benny Hinn donde la teología de la prosperidad les pagó increíblemente bien. Una mansión de 10.000 pies cuadrados custodiada por una puerta privada, conducían dos vehículos Mercedes Benz, pasaban vacaciones en destinos exóticos y compraban en las tiendas más caras. Compraron una casa con vista al mar por un valor de 2 millones de dólares en Dana Point, California, donde otro Benz se unió a la flota.
Cuando fueron duramente criticados dentro y fuera de la iglesia por Dateline NBC, The Fifth Estate y por la mismos pastores locales para que mantuvieran alejados a Benny Hin de los púlpitos Costi pensó que estaban sufriendo persecución como Jesús y Pablo que llegó a pensar: “Nuestros críticos estaban celosos de nuestras bendiciones“.
Sólo en cruzadas oraban por sanidad
Costi Hinn comenzó a cuestionar la teología de la prosperidad de Benny Hinn cuando un día le preguntó a su padre si podían ir a orar por la sanidad de una amiga suya que padecía de cáncer, él le dijo que bien podrían orar por ella desde casa, por lo que Costi pensó: “¿No deberíamos estar haciendo lo que hicieron los apóstoles si tenemos el mismo don? En ese momento, no cuestioné nuestra capacidad de sanar, pero se empezaron a despertar las dudas sobre nuestros motivos. Sólo sanábamos a la gente en las cruzadas, donde la música creaba cierta atmósfera, el dinero cambiaba de manos, y la gente se acercaba a nosotros con la cantidad “correcta” de fe.
En una ocasión cuando Costi estaba en una costa Atenas, Grecia, se sentía confiado en su relación con Dios y su trayectoria ministerial, además de lujo pero cuando se subió a unas rocas sobre el borde del agua, “poco sabía yo que esta costa era parte del mar Egeo, las mismas aguas que el apóstol Pablo navegó mientras difundió el evangelio de Jesucristo. Había un solo problema: no estábamos predicando el mismo evangelio que Pablo“.
Comenzaron a surgir más cuestionamiento en Costi sobre su tío Benny Hinn por lo que él empezó a preguntar y a buscar respuestas: ¿Qué sucede con los intentos fallidos de curación? Aprendí que era culpa de la persona enferma por dudar de Dios. ¿Por qué hablamos en lenguas sin interpretación? “No apagues el Espíritu”, me dijeron. “Él puede hacer lo que quiera.” ¿Por qué muchas de nuestras profecías contradicen la Biblia? “No pongas a Dios en una caja”. A pesar de las preguntas, confié en mi familia porque estábamos teniendo tanto éxito”.
Dios usó un versículo y su esposa para cambiarlo
Cuando Costi conoció a Christyne él quería que ella hablara en lenguas después de largos intentos fallidos él pesaba que ella no podría ser su esposa a menos que cambiara, hasta que un día ella le señaló un versículo que nunca había visto: 1 Corintios 12:30 (“¿Tienen todos los dones de la sanidad? ¿Todos hablan en lenguas? ¿Todos interpretan?”).
“Otras creencias que había sostenido por años no pasaron la prueba bíblica. Dejé de creer que el propósito de Dios era hacerme feliz, sano y rico. En cambio, vi que él quería que viviera para él, independientemente de lo que yo pudiera obtener de él“.
Costi tuvo que abandonar la teología de la prosperidad junto con su esposa recién casados, para luego apoyar a un amigo y pastor que le ofreció un cargo de pastor de jóvenes a tiempo parcial, allí fue el punto crucial para él cuando una de sus primera predicaciones se basó en Juan 5:1-17, la curación en Betesda.
“¡El pasaje mostró que Jesús sanó a un solo hombre de una multitud, el hombre no sabía quién era Jesús, y el hombre fue sanado al instante! Esto dejó en andrajos tres creencias que yo antes atesoraba. ¿Es siempre la voluntad de Dios curar? No, Jesús sólo sanó a un hombre de una multitud. ¿Dios solo cura a las personas si tienen suficiente fe? No, este hombre lisiado ni siquiera sabía quién era Jesús (y mucho menos podía tener fe en él). ¿La curación requiere un sanador ungido, música especial y una colección de ofrendas? No, Jesús sanó instantáneamente con un mero mandato. Lloré amargamente por mi participación en la codiciosa manipulación del ministerio y mi vida de falsas enseñanzas y creencias, y le di gracias a Dios por su misericordia y gracia a través de Jesucristo. Mis ojos estaban completamente abiertos”.