EE.UU.- Nadia Bolz-Weber es una supuesta “pastora”, y columnista de sucesos en el diario estadounidense The New York Times y una de las figuras que más llaman la atención que los grupos que se clasifican como excluidos de las iglesias cristianas tradicionales, tales como el movimiento feminista y LGTB.
Lo que Bolz-Weber representa en síntesis diferentes concepciones ideológicas que buscan moldear el Evangelio cristiano a los intereses de sus creadores, y esto no es nada nuevo, pero sólo una versión moderna de lo que ya existe desde los primeros siglos de cristianismo, y continúa atrayendo a personas espiritualmente carentes.
“Su Dios puede ser Buda o Beyoncé, no importa. “Basta creer que es una entidad más poderosa que nosotros mismos”, explica Bolz-Weber, resumiendo en pocas palabras su creencia en un dios más parecido a las versiones esotéricas, donde la enseñanza sobre una fuerza abstracta “mayor” es el punto de partida.
Según informaciones del UOL, Bolz-Weber nació en una familia cristiana conservadora, pero ella no encajó en ese grupo por mucho tiempo. Cayó en alcoholismo, hizo aborto y, con el paso del tiempo, creyó que necesitaba fundar una congregación que acogería a personas como ella, House of All Saints and Sinners -la Casa de Todos los Santos y los Pecadores-.
Con el paso del tiempo, la supuesta pastora Bolz se identificó más con la ideología feminista. Para ella, “no hay interpretación definitiva” sobre la Biblia, para que el modelo de familia entre hombre y mujer descrito en Génesis y reconocido por Cristo en Mateo 19: 4-6 sea enseñado como la voluntad de Dios.
“La gente no odia el maravilloso mensaje de Dios. Ellas odian a las instituciones. Y es muy probable que la iglesia sea la última institución que va a hablar sobre igualdad de género”, dice ella.
Bolz-Weber, así, enfoca sus predicaciones en mensajes positivistas, buscando la autoayuda. La teóloga enseña que no importa lo que haya pasado de mal en el pasado, pues “podemos tomar lo que nos ha lastimado y transformarlo en otra cosa”.
Actualmente Bolz graba vídeos con mensajes dirigidos al público feminista, enseñando que es posible conciliar sus creencias con algunos principios cristianos básicos, como el perdón y el incentivo de la paz, un mensaje que agrada a muchos y que sin duda conquista bastante espacio en el mundo el mundo actual.