Silvia Regina es una mujer apodada la bruja de Cracolândia. Era adicta a las drogas, y de niña tuvo un pasado donde presenció la violencia de su padrastro contra su madre. Informa Gospel Prime.
Silvia, a los 9 años vivió en la calle donde recibió entrenamiento de su papá para robar. “Dejé un mal padrastro para buscar un peor padre”, indicó en un video compartido por Misiones Nacionales.
A los 17 años la mujer fue detenida y pasó 25 años en la cárcel.
Con 43 años, Silvia, salió de la celda y volvió al mal camino, esta vez se dedicó a hacer crack para luego comercializarlo.
Adicta a la droga se mudó a Cracolândia vivió 14 años. Ahí obtuvo el apodo de la Bruja Cracolândia.
Silvia aseguró que su vida era muy mala y usaba drogas todo el tiempo, pero todo cambió cuando Fernanda Toyonaga, una misionera cristiana, le habló de Dios.
Fernanda aseguró que todos le tenían miedo a Silvia, pero ella continuó en su labor misionera y habló con ella.
Silvia habló sobre el encuentro con la misionera, dijo que cuando la vio la abrazó y dijo que Dios la amaba, y luego sus visitas fueron recurrentes.
Ahora Silvia cambió su vida, sigue al Señor y este año se graduó como misionera en el Centro Integrado de Educación y Misiones en Río de Janeiro, Brasil.
Ahora Silvia ayuda a los demás a encontrar el camino del Señor.