Un hecho curioso ocurrió el pasado sábado (28 de septiembre), en Rio Preto (Sao Paulo). Un transexual de 36 años fue arrestado después de irrumpir en la Catedral de San José y amenazar al sacerdote.
Llegó minutos antes del comienzo de la misa y se dirigió hacia el sacerdote y frente al líder religioso, el transexual comenzó a hacer amenazas.
Según el informe, la transexual llegó a la iglesia exaltado diciendo que había sido “enviada por Dios” para ministrar la palabra.
Luego se dirigió al altar, e incluso quiso ministrar, pero los fieles la detuvieron, el trans estaba enojado y dijo que el sacerdote pagaría por lo que estaba haciendo.
Según la información de un testigo, el vigilante Renato Muniz Silva, dijo que Paola llegó a la iglesia ya bien alterado y dijo que había sido enviada por Dios para enseñar la palabra ese día. “La transexual entró en la casa de Dios diciendo que ella ministraría la palabra, quiso subir al altar, pero no se lo permitimos. Cuando intentamos acercarnos, se puso nerviosa y violenta y nos dijo que no debíamos ponerle las manos encima. Fue entonces cuando decidimos llamar a la policía militar para que nos ayudara”, dijo.
La policía llegó al lugar arrestó al invasor y luego le decomisó una bolsa de comida sobrante y unas joyas. El caso fue registrado como una amenaza. El sacerdote pidió que no se revelara su nombre, y se negó a comentar sobre el asunto.
En la estación de policía, el transexual cuestionó por qué estaba esposada. “¿Hablar de Dios es pecado? ¿Cómo puede pasar esto? Es una pena para usted, que me trajo y me esposó sin una acusación concreta. ¿Dime qué crimen cometí?”, cuestionó el trans El caso fue registrado como una amenaza y todavía está bajo investigación.
