BRASIL. – El Supremo Tribunal Federal (STF) comenzó a juzgar la llamadapauta de costumbres, que incluye el “paquete” de penalización a lahomofobia. La discusión sobre el tema está marcada para el próximo miércoles(13) y se anticipa a la pauta del tema en el Congreso Nacional, donde lapropuesta sufre resistencia de la bancada evangélica y del PSL – partido deJair Bolsonaro.
Las bancadas opositoras ven esto como una forma de prohibirle a lospastores predicar contra la homosexualidad en los templos religiosos.
El presidente del STF, Dias Toffoli, fue quien definió el inicio de lasdiscusiones de la “pauta de costumbres”, a partir del juicio deacciones del PPS y de la Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas, Bisexuales,Travestis, Transexuales e Intersexos (ABGLT) sobre la discriminación contra loshomosexuales.
El partido PPS y la ABGLT quieren queel Supremo no sólo declare el Congreso omiso por no haber votado proyecto deley que criminaliza la homofobia, sino que también den un plazo final para quelos parlamentarios aprueben una legislación criminal que ponga específicamente violencia física, discursosde odio y los homicidios debido a la orientación sexual de la víctima.
Como justificación para lasdiscusiones sobre las acciones contra la discriminación contra homosexuales ytransexuales, los ministros de la Corte afirman que el Supremo no puede dejarde cumplir su papel de defender a las minorías y velar por el cumplimiento dela Constitución.
“Son (cuestiones) de interés para la sociedad. Lo que necesitamosen el país es de más seguridad jurídica, saber lo que puede y lo que no puedeocurrir en el día a día de la vida gregaria”, dijo al Estado el ministroMarco Aurelio Mello.
Para la psicóloga Marisa Lobo, hayconfusión cuando se habla de acabar con el prejuicio contra las “minoríassexuales” (géneros y LGBTT) para promover “la igualdad entre losseres humanos”.
“Sería aceptable si no usas como estrategia la relativizaciónmoral, religiosa, imponiendo ideologías, pensamientos subversivos, intentandoconvencer con falacias apelativas y emocionales que, el género Binario (títuloque dan a la heterosexualidad, que tiene sólo dos géneros masculino y femenino)sólo es considerado normal dentro de una sociedad heteronomativa, porquesegundo, esos adoctrinadores, una sociedad religiosa y proselitista normalizóeste modelo y prohíbe a los otros géneros [no binarios] de existir”.
La psicóloga cristiana también dice que es “una mentira llamada cientosde veces que se acaba aceptando como verdad. Y es así que se enseña alumnos y ala sociedad, con llamamientos, políticos, mediáticos e incluso falacias‘jurídicas’, amenazando, alienando y manipulando, de forma repetitiva, haciendoun lavado de cerebro en todos de mente débil que se inclinen a oír, sin unmínimo de censo crítico”.
Además de la criminalización de lahomofobia, la pauta de costumbres incluye aún despenalización de la marihuanapara uso personal y aborto para embarazadas con zika.
