EE.UU.- La ONG internacional pro-vida, Operation Rescue, conocida por su lucha contra el aborto, anunció la semana pasada que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ganó el Premio Malachi de la Personalidad Pro-Vida 2017 por su trabajo en a favor de los nacidos.
La Operación Rescue afirmó que Trump tuvo “el coraje de cumplir las promesas hechas durante la campaña, proporcionando mayores protecciones a los no nacidos y negando repases de fondos federales a aquellos que realizan abortos”.
El presidente de la ONG, Troy Newman, declaró que el republicano “probó ser el presidente más pro-vida que tuvimos en la historia moderna y probó su compromiso pro-vida con acciones como ningún otro antes de él”.
El grupo destacó las principales medidas de Trump contra la mentalidad abortista que predominaba en la sociedad contemporánea. La principal fue el bloqueo de repaso público a la red de clínicas de aborto Planned Parenthood, que experimentó un gran crecimiento durante la administración Obama.
Su influencia también venía creciendo en órganos de las Naciones Unidas, a través de la International Planned Parenthood Federation, que lucha por la adopción del aborto como “derecho reproductivo”.
Esta idea ha sido empujado en la “Agenda 2030? de la ONU.
“El presidente [Trump] efectivamente negó dinero público para aquellos que promueven abortos en todo el mundo”, destacó Newman, recordando que la Planned Parenthood, con nombres diferentes, está presente en otros países de las Américas.
Esta medida no es nueva. Fue creada durante la presidencia del republicano Ronald Reagan, previendo que los recursos federales de ayuda internacional no puedan ser atribuidos a ONG extranjeras que practican el aborto o militan por su legalización.
Su restricción fue anulada por el demócrata Bill Clinton (1993-2001), restituida por el republicano George W. Bush (2001-2009) y nuevamente anulada por su sucesor, Barack Obama (2009-2017).
Más que eso, Departamento de Justicia de la administración Trump inició una investigación formal sobre la red de tráfico de partes ilegales de bebés realizado por Planned Parenthood. La red abortista había manifestado su adhesión pública a Hillary Clinton durante las primarias del Partido Demócrata e invirtió más de 30 millones de dólares en su campaña electoral.
Otra victoria para los defensores del derecho a la vida fue la aprobación de diversas leyes en el último año, que dificultaron la realización de abortos antes de los tres meses, legal en todo el país desde la década de 1960. La Operación Rescue recuerda que al menos 49 clínicas de aborto fueron cerradas a lo largo del año pasado.
La ONG destacó también que Trump “se ha esforzado para colocar defensores de la vida en posiciones clave, donde ellos darán lo mejor en los próximos años. Esto incluye puestos destacados dentro del equivalente estadounidense al Ministerio de Salud y otras agencias gubernamentales que toman decisiones sobre los no nacidos.
Este fue un golpe directo contra parte del programa apodado Obamacare que no respeta las “objeciones religiosas y morales” de los empleadores, obligando a todos a pagar por drogas abortivas como si fuera requerido por el empleado.
Newman finalizó recordando que hay varias cuestiones en la “agenda pro-vida” que aún necesitan ser discutidas, pero que el 2017 fue de grandes logros. “Estamos orgullosos del presidente Trump y de su clara disposición a promover la causa de la vida. Hay más batallas por delante, pero bajo la administración Trump pudimos, finalmente, ver un avance por la restauración de la sacralidad de la vida”. La expectativa es que la postura de Trump sirva de inspiración para otros líderes mundiales.
[ Fuente: Christian Post, Gazeta, IPPF ]