Los votos matrimoniales tradicionales serían mejor reemplazados por un contrato a plazo fijo, afirmó Jeanette Winterson, un autor y académico, que entró en un matrimonio entre personas del mismo sexo en 2015, a pesar de que antes estaba "insegura sobre el matrimonio gay".
The Guardian, informó que el profesor Winterson afirmó que un compromiso de por vida es "demasiado largo para la mayoría de nosotros" y "eso necesita ser reconocido".
"Quiero quedarme con Susie, y espero poder, pero hubiera preferido firmar por 10 años porque 'para siempre' me hace pánico", escribió.
En otras palabras, debe entenderse que cada matrimonio, cada pacto entre ambos individuos debería personalizarse por ambas partes, sea por tiempo, por sexo, lugar donde vivir, etc.
Coalition for Marriage, un grupo de campaña pro-matrimonio, advirtió con gran anticipación que "una vez que el matrimonio fuera redefinido para las parejas del mismo sexo, habría más re-definiciones en la línea... Debemos seguir hablando a favor de la verdadera definición del matrimonio: la unión voluntaria por la vida de un hombre y una mujer, con exclusión de todos los demás... El concepto de un "matrimonio de duración determinada" debe resistirse firmemente". El matrimonio requiere un compromiso total, no un asentimiento temporal", declaró el grupo.
Matrimonio Ortodoxo y Religión vs. Modernidad LGBT
Bajo el titular: "Jeanette Winterson: Necesitamos ser más imaginativos sobre el matrimonio moderno", el profesor también atacó la religión organizada.
"Si queremos reformar el matrimonio, el primer y más importante paso es anular el poder de la religión para dictar los derechos de los individuos sobre sus propios cuerpos y sobre sus propios corazones", , consignó Charisma News.
Ella agregó: "Todos vivimos más tiempo, y no todos podemos quedarnos con esa misma persona para siempre. El matrimonio siempre ha sido un contrato, así que ¿por qué no discutir contratos a plazo fijo?
"Un término fijo podría permitir que ambos padres sientan menos presión y más responsabilidad", dijo, cuestionando si los votos tradicionales equivalen a "liberación o una sentencia de cadena perpetua".
