Un ultra ortodoxo de aproximadamente 30 años de edad fue agredido en la Ciudad Vieja de Jerusalém el domingo por la mañana por un grupo de católicos cuya procesión pasaba por el barrio judío.
El hombre, casado y padre de seis hijos, afirma que estaba montado en su bicicleta cerca de su casa en el Barrio Judío cuando fue agredido por miembros de la procesión.
Los atacantes, a su vez, afirman que el hombre había escupido en el suelo al pasar la procesión, un movimiento que según dicen provocó su respuesta indignada.
Los transeúntes intervinieron en nombre del hombre, tirando de él hasta alejarlo de la multitud enfurecida, que le habían golpeado severamente y lo habían dejado ensangrentado.
Sin embargo, cuando llegó la policía, los agentes llevaron a la víctima del ataque en custodia, al tiempo que permitió a sus agresores proseguir.
La policía detuvo al hombre para interrogarlo, así mientras él estaba sangrando por el ataque que había tenido lugar pocos minutos antes.
El Fiscal Rehavia Piltz del grupo de ayuda legal Honenu se reunió con el hombre después de su detención.
“Una vez más estamos en presencia de la policía abandonando la seguridad de los residentes judíos de la Ciudad Vieja de Jerusalém”, dijo Piltz.
“Es ridículo que cada vez que hay un incidente con un Judío y un no-Judío, la policía de Israel le echa la culpa al Judío y lo ven como el culpable”.