La iglesia Metropolitana de Cuba (IMC) ubicada en Matanzas a 100 km de la Habana, acepta a personas que son excluidas en la religión, incluyendo a las personas de la comunidad LGBTIQ, informa el portal Mi Escaparate.
“Nuestra iglesia acoge a todas las personas sin importar su orientación sexual, pero especialmente a aquellas que excluidas, e incluso muchas veces laceradas, de otras comunidades de fe”, dice a DW Yivi Cruz, pastora de la Iglesia Metropolitana de Cuba.
La IMC inició en los 60 en California, el día de hoy tiene congregaciones en 40 países del mundo, cuenta con el reconocimiento de la iglesia en Cuba.
Esta iglesia parte del principio de la inclusión y el respeto por las diferencias.
La IMC le abre las puertas no solo a la comunidad LGBTIQ, sino también a quienes practican las religiones afrocubanas rechazadas por el cristianismo.
Cruz indicó que la iglesia se considera “radicalmente inclusiva” y abierta para todos.
“Más allá de lo estrictamente religioso, creo que representan un ejemplo de respeto y civismo para la sociedad en su conjunto”, sostiene la periodista cubana, Eileen Sosin Martínez.
“Somos una iglesia radicalmente inclusiva, donde la mesa de comunión, la eucaristía, es abierta para todos, sin excluir a nadie: ni por su sexo, ni por su raza, ni por su religión”, indicó Cruz.
Por otra parte, la teóloga argentina de la ICM, Claudia Florentín Mayer, manifestó que es hipócrita que la iglesia hable de amor mientras permiten la violencia de género dentro de los servicios religiosos.
La iglesia pretende seguir expandiendo su ministerio en Cuba. “(…) y donde quiera que haga falta esta teología espiritual liberadora, ahí vamos a estar nosotros y nosotras”, aseguró la pastora Cruz.