ISRAEL.- La visita del presidente de Estados Unidos Donald Trump a Israel la próxima semana podría traer grandes cambios al país y afectar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos. El nuevo embajador de EEUU David Friedman, asumió el cargo esa semana y su primera acción pública será visitar el Muro de las Lamentaciones. Ya declaró ser favorable a la decisión de su país de cambiar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
Jurista de formación, Friedman es conocido por sus posiciones conservadoras en defensa de Israel.
El secretario de Estado Rex Tillerson afirmó que Trump aún está evaluando si traslada la embajada a Jerusalén “ayuda o entorpece” el proceso de paz. Los israelíes obviamente respondieron que ayuda, pero para los palestinos eso sería una afrenta.
Esta es una de las muchas señales de que pasen con Trump al país ya que puede tener grandes consecuencias. Incluso antes del inicio del viaje, él advirtió que buscará “unir a pueblos de todas las religiones“.
Otro hecho que llamó la atención fue la declaración de un miembro senior de la comitiva que prepara la visita de Trump a Israel junto a las autoridades locales.
Afirmó a los agentes de seguridad israelíes: “El Muro de las Lamentaciones no es su territorio, pues es parte de Cisjordania, reservada a los palestinos por las Naciones Unidas”.
Este discurso repercutió fuertemente en los medios israelí y comprobó que Trump visitará el Monte del Templo, lugar que está en el centro de la disputa entre Israel y Palestina.
La reacción de la Casa Blanca al incidente muestra claramente la postura de EEUU. El gobierno emitió una retractación: “Estos comentarios sobre el Muro de las Lamentaciones no fue una comunicación autorizada y no representan la posición de Estados Unidos y ciertamente no la del presidente”, divulgó el Times of Israel.
Se pidió que el primer ministro Benjamin Netanyahu acompañara a Trump en esa visita, pero la delegación norteamericana rechazó la solicitud, alegando que sería algo “privado”. Si es confirmado será algo histórico: la primera visita de un presidente norteamericano al lugar más sagrado para los judíos. Otros presidentes ya estuvieron en el lugar, pero no cuando estaban en el ejercicio del cargo.
La Waqf, autoridad islámica que tiene el control del monte prohíbe que los judíos y los cristianos hagan oraciones en el lugar.
Sanedrín pide a Trump hacer oración
Además de los aspectos políticos, hay una cuestión profética en juego. El nuevo Sanedrín envió una invitación al presidente Trump, donde pide que haga una oración por la paz mundial en lo alto del Monte del Templo, anunció el sitio Breaking Israel News.
Si Trump acepta la invitación, podrá cumplir lo que fue descrito por el Rey Salomón, durante la dedicación del Primer Templo, hace unos 3.000 años. El rabino Hillel Weiss, portavoz del Sanedrín, enfatizó lo que significaría ese gesto en ese momento de la historia.
“Trump está ante una encrucijada histórica, cuando el mundo puede caer en el abismo de la guerra. “Si a partir de Corea del Norte, de Siria o de Europa, las semillas de guerra ya están plantadas“, sentencia el rabino.
La solución estaría en la disposición del presidente Trump en “formar parte de un proceso para traer tanto al Mesías como una bendición sin precedentes para el mundo, de la misma manera que el rey Ciro desempeñó un importante papel en la construcción del Segundo Templo”, asegura Weiss.
Al mismo tiempo, el rabino Dov Stein, secretario general del Sanedrín, explicó que orar en ese lugar sagrado es esencial para que Trump alcance sus objetivos audaces. “Cuando el rey Salomón completo el Primer Templo, él dedicó el lugar pidiendo que reyes extranjeros vinieran a orar aquí”, recordó, citando el Libro de 1 Reyes.
El texto bíblico dice: “En cuanto al extranjero, que no pertenece a tu pueblo Israel, y que vino de una tierra lejana por causa de tu nombre … venga y orar hacia este templo, oye de los cielos, lugar de tu habitación, y atiende la petición del extranjero, a fin de que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como hace Israel tu pueblo, y sepan que este templo que he construido trae tu nombre”, (1 Reyes 8: 41-43) .
En la invitación enviada por el Sanedrín, se promete que Donald Trump “recibirá las bendiciones del Rey Salomón, que fundó el Templo con la intención de que los líderes extranjeros vinieran de lejos para traer la paz a sus tierras”.