Un testimonio de la fidelidad inquebrantable de Dios y la victoria sobre el pecado y la muerte - incluso en el cáncer - a través de la fe y el testimonio de Víctor Watters.
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.