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Casiodoro de Reina nació en Montemolín, España en 1520. Siendo muy joven ingresó como monje en el monasterio de San Isidro del Campo en Sevilla, que pertenecía a la Orden de los Jerónimos.
La lectura de la Biblia y de libros luteranos le llevó a él y a otros monjes, entre ellos Cipriano de Valera, a abrazar las ideas de la Reforma Protestante que se estaban propagando por toda Europa.
Pero la Inquisición fue alertada sobre estos monjes rebeldes, así que en 1557, Casiodoro y doce frailes más tuvieron que darse prisa para abandonar España.
No se sabe el medio de transporte ni la ruta, pero lograron llegar a la Ginebra de Calvino, en la que se refugiaban gran parte de los protestante que huían de la persecución. Sin embargo Casiodoro pronto se dió cuenta de que no quería quedarse allí mucho tiempo, debido a sus diferencias con Calvino.
En 1559 decide dejar Ginebra y marcharse a Frankfort, uniéndose allí a una iglesia de habla francesa.
Sin embargo, cuando Elizabeth I asciende al trono de Inglaterra, Casiodoro decide mudarse a Londres. Allí se encontró con otros que huían de la persecución en España. La Corona le permitió el uso de una iglesia. Así Casiodoro dirigió una congregación reformada española en Londres. En esos años, gozando de una relativa tranquilidad, pudo dedicarse a sus labores pastorales y al inicio de su proyecto más importante: la traducción de la Biblia al castellano.
Pero, pese a los años transcurridos desde su salida de España, la Inquisición le seguía los pasos mediante agentes que informaban de cada actividad que realizaba. Por otra parte, sus hermanos protestantes no estaban muy satisfechos con su pensamiento abierto y tolerante.
En 1563 fue acusado del delito de sodomía. Los acusadores hicieron correr la versión de que Reina había mantenido relaciones sexuales con un hombre antes de su matrimonio. Sospechando del complot en su contra, Casiodoro huyó de Inglaterra en 1564.
Así pues, Reina, acechado en todas partes por los seguidores de la Inquisición y sospechoso de herejía o de peores cosas, vagó durante más de tres años entre Frankfurt, Heidelberg, el sur de Francia, Basilea y Estrasburgo buscando un lugar donde establecerse como pastor en alguna iglesia o como simple artesano, y poder dar así término a la traducción de la Biblia.
Pero antes de asumir cualquier cargo como pastor, Reina debía solucionar el escándalo que había provocado su huida de Londres. Confiado en su inocencia marchó a Londres para someterse a un nuevo juicio. Finalmente se demostró su inocencia, además de salir a la luz un plan de las autoridades de la Inquisición para desacreditarlo.
La injusta persecución de la que fue objeto, no lo detuvo para entregarse en cuerpo y alma a la traducción de la Biblia al castellano.
Después de conseguir financiamiento para el proyecto, continuó la traducción.
Casiodoro de Reina no usó la Vulgata Latina como fuente, que era lo más común para estas traducciones. Para el Antiguo Testamento usó como base el texto masorético hebreo y para la traducción del Nuevo Testamento, Reina se basó en el Textus Receptus, el texto griego editado y publicado por Erasmo de Róterdam, el mismo que usó Lutero en la traducción de la Biblia al alemán.
No fue una tarea fácil. Durante el transcurso de doce años, tuvo que afrontar grandes retos. Reina enfermó gravemente al punto de estar en cama durante casi cinco semanas, el impresor original falleció dejando el trabajo inconcluso y la Iglesia Católica Romana le amenazaba constantemente haciendo todo lo posible para que ese temido libro no entrara en España.
Pero a pesar de estos inconvenientes, el 24 de Junio de 1569 la obra culminó con la impresión de 2,600 ejemplares. La llamaron “La Biblia del Oso.” Llamada así por la ilustración en su portada de un oso que intenta alcanzar un panal de miel colgado de un árbol.
En el año 1585, las tropas españolas tomaron la ciudad de Amberes y obligaron a los protestantes a abandonar la ciudad. Ante tal situación, Reina viajó a Frankfurt, pero allí no se le concedió el permiso para ejercer como pastor y, por tanto, se vio obligado a trabajar comerciando con telas y sedas.
En 1593 fue oficialmente nombrado pastor de la iglesia de Frankfurt. Pero su labor pastoral no duraría mucho tiempo puesto que ocho meses más tarde, en marzo de 1594, falleció.