En el 605 a.C., Nabucodonosor, rey de Babilonia había conquistado a Judá y deportado a muchos de sus habitantes a Babilonia – incluido a Daniel. Daniel sirvió en la corte real de Nabucodonosor y varios gobernantes que siguieron a Nabucodonosor. El Libro de Daniel registra las acciones, profecías, y visiones del profeta Daniel.
Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.
No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo; porque ciertamente hay fin, Y tu esperanza no será cortada.