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George Müller nació en Prusia en 1805. Su madre murió cuando tenía 14 años y a los 16 fue encarcelado por robar.
Cuando tenía 20 años, fue invitado a un estudio bíblico, ese día se convirtió y abandonó su vida pecaminosa. Se obsesionó con ser misionero lo que lo llevó a Inglaterra. Allí empezó a ser pastor
y a interesarse por la enseñanza, las misiones y la evangelización, pero especialmente por los niños sin hogar.
En 1836, junto a su esposa, estableció en su propia casa un albergue para 30 niñas. La obra creció y fue necesario construir un edificio con capacidad para 300 niños. 21 años después, cerca de 2.000 niños estaban hospedados en 5 diferentes hogares.
Müller confiaba ciegamente en Dios, Muchas veces, careciendo de alimentos que dar a los niños, recibía horas antes donaciones anónimas. En aquellos hogares, los niños recibían educación, alimentación, vestido y la fe en Cristo.
Müller nunca sacó un préstamo ni se endeudó, nunca recibió un salario en sus 68 años de su ministerio. Predicó al menos 10.000 veces, 3 veces a la semana a un promedio de 3 millones de personas.