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Uno de los grandes pecados de los miembros de iglesia es el de no estudiar la Biblia y el espíritu de profecía por ellos mismos y confiar en otros para que lo hagan en su lugar. Y mientras que por un lado muchos hermanos tienen un espíritu clericalista y obedecen a ciegas al pastor; por el otro, hay miembros ingenuos, siempre prestos a seguir fanáticamente a todo aquel que, con Biblia y Testimonios en mano, viene a ellos diciendo ser un "mensajero del Señor".
Pero Palabra de Dios dice:
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (1 Juan 4:1).
"¡A la ley y al testimonio! (a las Escrituras) Si no dicen conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Isaías 8:20).
"Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová" (Jeremías 17:5).
"Creed en Jehová, vuestro Dios y estaréis seguros; creed a sus profetas y seréis prosperados" (2 Crónicas 20:20).
"A Moisés y a los Profetas tienen (las Escrituras); ¡QUE LOS OIGAN A ELLOS!" (Lucas 16:29).